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La neguilla en la sembrada : la condena pu- pu-rista del gerundiopu-rista del gerundio

estado de la cuesti´ on

2.8. La neguilla en la sembrada : la condena pu- pu-rista del gerundiopu-rista del gerundio

Ciertos usos del gerundio no perifr´astico han sido ampliamente dis-cutidos y condenados por los estudios normativos. Como se ha venido diciendo a lo largo de este cap´ıtulo, los gram´aticos normativistas y los manuales de estilo de la lengua espa˜nola advierten a menudo sobre los usos «err´oneos» que los hablantes hacen del gerundio, tanto as´ı

7Modo de procesamiento en el que los estados o especificaciones de los compo-nentes se activan en forma acumulativa, de manera que todas las facetas de una estructura compleja son coexistentes y simult´aneamente disponible.

que esto ha inducido a los hablantes a evitar su uso, por dudar de su correcci´on. Los criterios para la condena son en unos casos sint´acticos y en otros de tipo sem´antico.

Entre los usos del gerundio condenados por los gram´aticos est´an (i) los gerundios como adjetivos especificativos, (96-a), y (ii) gerundios con interpretaci´on de posterioridad, (96-b).

(96) a. Le env´ıo una caja conteniendo libros.

b. Cerr´o la ventana, rompiendo el vidrio.

En las secciones siguientes se aborda la descripci´on de los gerundios antes mencionados, lo que se ha dicho y las razones que condenan sus usos. Adem´as, en una ´ultima secci´on se muestra c´omo estas cr´ıticas han hecho que otros manuales critiquen el uso del gerundio en general.

2.8.1. El gerundio adjetival

En esta secci´on se examina el gerundio empleado como modificador del nombre, al que Pountain (1995) llamagerundio adjetival, (97).

(97) Remito a Vd. cuatro cajas conteniendo fusiles (Salv´a [1827]

1835, 170).

Se˜nala Pountain que el rechazo de este uso del gerundio se inici´o con Salv´a quien, en su gram´atica, se˜nala que es galicismo dar al ge-rundio el valor del participio activo del lat´ın, es decir el de las formas en-nte.

Pountain (1995) hace notar que Salv´a recomienda, en su lugar, el uso de una oraci´on relativa, (98).

(98) calmante = que calma (1995, 284).

En este orden de ideas, Bello ([1847] 1995 ), siguiendo la opin´on de Salv´a, afirma que el gerundio espa˜nol tiene siempre la funci´on de adverbio y que, por tanto, no puede ser usado como modificador del nombre, es decir, en funci´on adjetival, condenando de esta manera su uso.

Si el gerundio pudiera emplearse como adjetivo, no habr´ıa motivo de censurar aquella frase de mostrador, tan justa-mente reprobada por Salv´a: «Envi´o cuatro fardos, conte-niendo veinte piezas de pa˜no»; este modo de hablar es uno de los m´as repugnantes galicismos que se cometen hoy d´ıa ([1847] 1995, 320).

Caro ([1870] 1980), en su c´elebre tratado sobre el participio, esta-blece como regla que el gerundio puede emplearse como modificador del nombre, con la condici´on de que no sea especificativo sino expli-cativo.

Nuestro participio puede emplearse como modificativo de la persona agente, pero con la precisa condici´on de que no sea especificativo sino explicativo (Caro, [1870] 1980, 501).

Pountain (1995) supone que Caro se refiere a los casos en los que el gerundio act´ua como modificador de la proposici´on introducida por el verbo principal. Es decir, los casos en los que el gerundio act´ua como n´ucleo de una oraci´on subordinada adverbial. Confr´ontese el ejemplo de Cervantes en (99) , que ha sido ampliamente citado en los estudios sobre el gerundio.

(99) El ama... imaginando que de aquella consulta hab´ıa de sa-lir la resoluci´on de su tercera salida... toda llena de congoja y pesadumbre se fue a buscar al bacheller Sans´on Carrasco (Pountain 1995, 284).

A prop´osito de este ejemplo, Caro se˜nala lo siguiente:

Yo creo, con todo, que la cl´ausula de gerundio es aun en casos como ´este una frase adverbial, que modifica al atri-buto, como lo har´ıa un complemento de causa «El ama, por imaginar», o una proposici´on introducida por un ad-verbio relativo: «El ama, como imaginaba»

Pountain (1995) hace notar que los criterios usados por estos gram´aticos para la condena de este uso del gerundio no son del todo rigurosos.

En consecuencia, esto ha causado el desprestigio del uso del gerundio en la norma culta. En palabras del mismo Pountain:

Lo que extra˜na en estos gram´aticos es la falta de un cri-terio riguroso al proponer dichas reglas; el rechazo sis-tem´atico de los muchos contraejemplos que confiesan en-contrar, e incluso citan, en los mejores escritores, as´ı como en el uso corriente; la ignorancia que demuestran respecto al arraigo que ya ten´ıan estas construcciones en el idioma, y la pasi´on con que denuncian a quienes no acatan estas supuestas leyes (Pountain 1995, 285).

A pesar de la cr´ıtica, algunos gerundios son aceptados por la gram´atica como adjetivos. Son hoy d´ıa formas lexicalizadas que funcionan sint´acticamente como modificadores especificativos. Es el caso de los gerundios

ardien-doehirviendoy en algunos casos, con mayores restricciones,colgando. (100) a. El agua hirviendo es el de la cazuela grande. (NGLE

2009 § 27.2a).

b. Es una roca hirviendo, pienso, apabullado (Ch´avez, Ba-tallador citado en NGLE 2009 § 27.2b)

c. Entraron en una amplia habitaci´on en penumbra, atibo-rrada de frascos, ramajes secos, yerbas colgando del te-cho y oraciones impresas enmarcadas en la pared (Allen-de,Amor NGLE 2009 § 27.2a).

Estudios posteriores a los mencionado anteriormente han intenta-do dar una explicaci´on del gerundio adjetival. En este sentiintenta-do ´Angel Rosenblat (1975) en defensa de este uso y bajo un criterio funcional sugiere lo siguiente.

[...] el primer principio del uso del lenguaje es que no se debe sacrificar jam´as la significaci´on o la expresi´on a un correctismo real o supuesto. M´as importante que la llama-da «correcci´on» es la expresivillama-dad (1975: 17).

Al igual que hace Bouzet (1953) con el gerundio de posterioridad, Rosenblat (1975) cita ejemplos de los gerundios adjetivaleshirviendo,

ardiendo y colgando, provenientes de diversas fuentes, por ejemplo, Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, entre otros. Se˜nala que el valor adjetivo del gerundio se extiende a otros usos del gerundio que s´ı se aceptan:

(101) a. Lo abandonaron colgado de las ramas de un ´arbol, con los pies guindando.

b. Ten´ıa la vida pendiendo de un hilo.

c. Estaba all´ı, con todo el cuerpo sangrando (Rosenblat 1975, 21).

Rosenblant concluye diciendo lo siguiente.

[...] creado un patr´on ling¨u´ıstico (conardiendoehirviendo

¿c´omo es posible ponerle l´ımites? S´olo queda por observar que, aunque el gerundio tiene en esos casos funci´on adjeti-va, no deja de ser gerundio (o derivado verbal), sin flexi´on de g´enero y n´umero: una casa ardiendo, dos edificios ar-diendo (1975, 21).

Por su parte, Bobes Naves (1975) explica que desde un punto de vista hist´orico, el uso adjetival del gerundio podr´ıa explicarse por la sustituci´on de las formas latinas que se perdieron en la transici´on del lat´ın al romance. Este es el caso del participio presente latino, que cumpl´ıa funciones adjetivas. En este sentido, el gerundio espa˜nol estar´ıa llenando este vac´ıo.

Guti´errez Araus (1983), por su parte, realiza un an´alisis de esta funci´on del gerundio argumentando lo siguiente:

Partimos del supuesto de que un gerundio desempe˜na la funci´on adyacente en un sintagma nominal siempre que pueda ser conmutado por una proposici´on subordinada de relativo, y s´olo por este tipo de subordinada. Es decir, que si al mismo tiempo puede ser conmutada por una su-bordinada circunstancial ser´a prioritaria esta funci´on y no podr´a hablarse de gerundio adjetival (1983, 207).

Partiendo del supuesto antes mencionado, este autor describe lo que a su juicio constituye el paradigma del gerundio en funci´on

adje-tival, el cual contempla los contextos abajo descritos. Aclara que es fundamental para explicar el gerundio en funci´on adjetival la funci´on del nombre n´ucleo del SSNN en el que el gerundio se encuentra. Ofre-ce como pruebas de la funci´on adjetival, adem´as de la conmutaci´on por una subordinada relativa, la coordinaci´on con un adjetivo o con un sintagma preposicional, adyacente al n´ucleo nominal com´un. Los contextos son los siguientes:

Gerundio lexicalizado como adejtivo verbal de aspecto imper-fectivo.

El caso de ardiendo, hirviendo. Agrega adem´as el caso de col-gando Redondo y Coste (1965), sangrando (Rosenblat 1975), guindando y chorreando. N´otese que la NGLE solo acepta ar-diendo, hirviendo ycolgando con algunas restricciones (NGLE 2009 § 27.2a)

Construcci´oncon + sintagma nominal + GERUNDIO

(102) Vino a casacon los pies oliendo a cuadra (1985, 210).

Gerundio adyacente de un SN cuyo n´ucleo es un nombre de comunicaci´on (103-a) o un t´ermino jur´ıdico (103-b).

(103) a. Redact´o una notadisculpando su conducta(1985, 211).

b. La C´amara de Diputados elabor´o una ley regu-lando el funcionamiento de la Educaci´on (1985, 212).

Gerundio adyacente de un SN en funci´on de CD de verbos de diferentes tipos sem´anticos, como por ejemplo:

• Verbos de percepci´on

(104) Aquel d´ıa vi a Mar´ıa escribiendo una carta (1985, 212).

• Verbos de representaci´on

(105) Picasso pint´o a una mujer abrazando a su hijo (1985, 214).

• Otros verbos presentativos o de relaci´on:

(106) a. Hay aqu´ıun hombre buscando a Luis. b. Tiene un hijo haciendo la mili en Ceuta. c. Dej´e ami amiga esperando el autob´us (1985,

215).

• Gerundio adyacente de un sintagma nominal sujeto del ver-bo ser no-atributivo (ser presentativo).

(107) -¿Qui´en es?

-Es Mar´ıa preguntando por ti (1985, 217).

• Gerundio adyacente de SSNN que constituyen enunciados exclamativos.

(108) ¡Cu´anta gente corriendo! (1985, 218).

• Gerundio adverbial de un SSNN en anuncios por palabras

(109) Empresa demolici´on necesita urgente administra-tivo/a sabiendo mecanograf´ıa, contabilidad e in-form´atica (1985, 218).

Por su parte, Alarcos Llorach (1994) afirma que el gerundio puede ser adyacente de un nombre, pero no puede ser atributo del verbo copulativo ser, (110).

(110)

Adem´as afirma que debido a su valor aspectual no es posible el uso del gerundio con funci´on adjetival con verbos de estado, como muestra (111).

(111) *Tiene un hijo siendo miope (Alarcos Llorach [1994]

1999, 146).

Volviendo al estudio de Pountain (1995, 286), este autor propone una caracterizaci´on del gerundio adjetival en los t´erminos abajo des-critos. Cabe destacar que en muchas de las observaciones realizadas concuerda con Guti´errez Araus (1983).

El gerundio adjetival no es conmutable con otros adjetivos, ni siquiera aquellos lexicalizados.

Nunca se emplea en sentido contrastivo.

(112) *Un benedictino no cantando sino muy trabajador.

Nunca se sustantiva.

(113) *Un cantando.

No admite el copulativoser.

(114) *Este benedictino es cantando.

No se antepone al sustantivo.

(115) *Los cantando benedictinos de Silos.

No admite modificadores del tipo de muy, pero, poco, menos, entre otros que suelen ir antepuestos al adjetivo.

(116) a. Lleg´o muy contenta.

b. *Lleg´o muy cantando

Contrariamente a lo afirmado por Guti´errez Araus (1983), Poun-tain (1995) no considera los gerundios modificadores de nombres de comunicaci´on, los gerundios de los anuncios y el uso del gerundio pe-riod´ıstico como gerundios adjetivos aunque sean conmutables porque + verbo finito, (117), (118) y (119).

(117) a. Decreto estableciendo nuevos impuestos.

b. Decreto que establece nuevos impuestos (Pountain 1983, 287).

(118) a. Necesito se˜norita sabiendo cocina.

b. Necesito (una) se˜norita que sepa cocina (Pountain 1983, 287).

(119) a. La polic´ıa detuvo un cami´on transportando caf´e de con-trabando (Agencia Efe citado en Pountain 1983, 287).

b. La polic´ıa detuvo un cami´on que transportaba caf´e de contrabando (Pountain 1995, 287).

Con respecto a los gerundios complementos de verbos de percep-ci´on y representapercep-ci´on, Pountain afirma que estos son fundamentales en la evoluci´on del gerundio adjetival, porque constituyen la pauta pa-ra que el gerundio pudiese ser reanalizado como posmodificador de un sustantivo que no es sujeto del verbo principal. Incluye tambi´en aque-llos verbos considerados por Gutierrez Araus (1983). Este es el caso, por ejemplo, dehaber, tener. Afirma Pountain que estas construccio-nes est´an muy cerca de las construidas con infinitivo y con oracioconstruccio-nes relativas no restrictivas, aunque surgan diferencias de sentido (1995, 287-88).

(120) a. O´ı a los ni˜nos disputar a gritos el partido.

b. O´ı a los ni˜nos disputando a gritos el partido.

c. O´ı a los ni˜nos que disputaban a gritos el partido (Ejem-plo tomados de Pountain 1995, 288).

En (120-a) afirma que el foco de atenci´on es la acci´on completa de disputar, mientras que en (120-b) es la accion en su desarrollo. Con respecto a (120-c), el foco son los participantes y no la acci´on.

Hasta aqu´ı se han revisado las cr´ıticas y comentarios al llamado uso adjetival del gerundio no perifr´astico del espa˜nol. Como puede observarse hay convergencias o no entre los autores acerca de ello.

2.8.2. El gerundio de posterioridad

La interpretaci´on de posterioridad del gerundio no fue criticada hasta que Bello en suGram´atica Castellana la describiera como «de-gradante». Despu´es de Bello, muchos han sido los que han condenado este uso del gerundio, pero sin ofrecer un argumento claro que expli-que los motivos de tal predisposici´on (Cuervo, 1867; Gili Gaya, 1980;

Cort´es, 1945). Seg´un Bello, la posterioridad no es una interpretaci´on propia del gerundio.

no es a prop´osito el gerundio para significar consecuencias o efectos, sino las ideas contrarias (Bello, [1847] 1995, § 448, nota).

Mozos de los (1974) afirma que la posici´on de Bello con respecto al gerundio de posterioridad quiz´a se deba al hecho de que en lat´ın ni el gerundio ni el participio presente activo, con los que se relaciona el gerundio espa˜nol, denotaban este valor (Mozos 1974, 376).

Con respecto a la afirmaci´on de Bello, afirma Lepre Pose (2006) que podr´ıa ser explicada tomando en cuenta los significados temporales que el gram´atico venezolano atribuye a las otras formas no personales del verbo espa˜nol, a saber, el infinitivo y el participio. Para Bello, el infinitivo es coexistente o posterior al tiempo del verbo principa,l y el participio expresa anterioridad. El gerundio tambi´en puede expresar anterioridad, pero el valor temporal primero del gerundio es de simul-taneidad. La interpretaci´on de posterioridad queda protot´ıpicamente a cargo del infinitivo, (121).

(121) Quiero salir ma˜nana.

Aunado a esto, sugiere Bello que el gerundio, como adverbio, pue-de tener interpretaciones pue-de manera, condici´on, causa, circunstancia, pero nunca de finalidad, consecuencia o efecto. Todo esto constituye

los argumentos que utiliza para su condena del gerundio con valor temporal de posterioridad (Lepre Pose 2006, 1064).

La opini´on de Bello ha sido seguida por muchos gram´aticos, por ejemplo: Lenz (1935) se˜nala lo siguiente, a prop´osito del ingl´es; donde si se admite este uso.

tal ampliaci´on de la funci´on del gerundio es perfectamente admitida en ingl´es, y se consigue as´ı una subordinaci´on del efecto o simplemente de la acci´on posterior como asunto secundario al lado de la idea expresada por el verbo do-minante.

Lenz condena este uso en espa˜nol por considerarlo anglicismo.

Para Bouzet (1953) la propuesta de Lenz (1935) no es tan convin-cente. Argumenta que la explicaci´on de este uso en el espa˜nol debe buscarse en el sistema mismo y no por la influencia de otra lengua, ya sea del ingl´es o del lat´ın.

El argumento de la influencia de otra lengua ha sido suguerido tambi´en por Bad´ıa Margarit (1964), quien propone que el valor de posterioridad se deba quiz´a a influencia ´arabe. Afirma que en ´arabe existe:

una forma causativa del verbo, que act´ua como adverbial, y que creemos que podr´ıa explicar este caso, ´unico, del gerundio de posterioridad en espa˜nol (1964, 291).

Bad´ıa Margarit basa su posici´on en el hecho de que los primeros gerundios con una interpretaci´on temporal de posterioridad se en-cuentran en el Conde Lucanor de Juan Manuel, una obra de clara influencia ´arabe, y se apoya, adem´as, en las observaciones hechas por Galm´es de Fuentes (1965) e Irving (1952).

Sin embargo, De los Mozos (1974), contra lo propuesto por Bad´ıa Margarit, afirma que ya en elCantar de Mio Cid se documenta este gerundio, con lo que quedar´ıa descartada la influencia ´arabe. Adem´as, se˜nala De los Mozos que existen gerundios con valor de posterioridad en otras lenguas romances, como por ejemplo el portugu´es, (122), catal´an, (123), y rumano, (124), lengua en la que, seg´un el autor, no es posible rastrear influencia ´arabe.

(122) a ignorancia e brutalidade de Faria desmoralisaram marin-heiros e soldados, chegando a corveta a Goa em vergonhoso estado (Gomes de Amorin, Am. Patr. 51 citado en De los Mozos 1974, 384).

La ignorancia y brutalidad de Faria desmoralizaron a los ma-rineros y soldados, llegando en corbeta a Goa en un estado vergonzoso (Traducci´on m´ıa).

(123) B`e es pot retraure [quasevulla cavaller que en armes se tro-bar`a], tornant atr`as ab la cara davant los enemics, no girant aquella, e si girava la cara cauria en molt lleig cas de fals e de perjur, llan¸cant- lo de la fraternitat, desagraduant- lo de tot / l’orde de cavalleria, faent un home de fust ab mans, bra¸cos e peus, armant-lo de totes armes, donant-li baptisme, e posant-li son propi nom en la desagraduaci´o. (De los Mo-zos 1974, 385).

Bien se puede retraer [cualquier caballero que en armas se encuentra], volviendo atras con la cara enfrente de los enemi-gos, no girando aquella, y si giraba la cara caer´ıa en un caso muy feo de falsedad y de perjuro, lo lanzaron (lo echaron) de la fraternidad, lo desgraduaron de todo / la orden de caba-ller´ıa, haciendo un hombre de madera con las manos, bra-zos y pies, y lo armaron de todas armas, d´andole bautismo, y poni´endole sue˜no al propio nombre en la des-graduaci´on (Traducci´on m´ıa).

(124) Vestea rˇasboiului pˇatrunse ¸si pˆanˇa in bucˇa tˇaria babei Ana, punˇandu ’o pe gˆanduri (De los Mozos 1974, 385).

La noticia de que la guerra hab´ıa empezado lleg´o hasta a la cocina de la vieja Ana, haci´endola pensar (Traducci´on m´ıa).

En sus conclusiones, De los Mozos afirma que la hip´otesis del gerundio de posterioridad como arabismo sint´actico no es necesaria. Se˜nala que la posterioridad es un hecho del discurso que depende de la sem´antica o la sintaxis, m´as que de la influencia hist´orica. En este mismo or-den de ideas, afirma Bobes (1975) que la b´usqueda de explicaciones para los usos del gerundio condenados por algunos autores como «ga-licismos» o «ang«ga-licismos» o «arabismo» es forzado, puesto que estos

usos han sido empleados en espa˜nol desde la antig¨uedad, y ya deben haberse integrado en el sistema de la lengua.

Gili Gaya (1980), por su parte, rechaza el gerundio de posteriori-dad, pero acepta su uso cuando se refiere a la posterioridad inmediata, que cuando tiene apariencia de simultaneidad.

(125) Sali´o de la estancia dando un fuerte portazo (Gili Gaya, 1980, 145).

Un juicio parecido tiene Alarcos Llorach (1994), para quien la signi-ficaci´on que aporta el gerundio es de duraci´on, lo que implica que el evento que este denota se toma esencialmente como simult´aneo con el evento principal.

(126) Pasaba la tarde descansando en la terraza (Alarcos y Llorach 1994, 146).

Alarcos hace notar que las nociones dedescansar ypasar, en los ejem-plos anteriores, se conciben como simult´aneas. Con respecto a la in-terpretaci´on de posterioridad, afirma que los rasgos sem´anticos antes se˜nalados justifican la condena de las gram´aticas normativas con res-pecto a los gerundios de posterioridad. Por tanto, afirma que no es correcto el gerundio en (127), puesto que las nociones de huida y detenci´on no pueden ser simult´aneas.

(127) El agresor huy´o, siendo detenido horas despu´es. (Alarcos y Llorach 1994, 146).

Agrega ´el tambi´en que solo es aceptable cuando la posterioridad es inmediata.

(128) Entr´o en la casa dando un portazo (Alarcos y Llorach 1994:

146).

Molho (1975) tambi´en cr´ıtica este uso se˜nalando lo siguiente, a prop´osito de las construcciones con gerundio de posterioridad.

son si no agramaticales, por los menos sumamente inele-gantes. Su inelegancia se debe al hecho de que se