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La temporalidad de los flujos del sistema turístico

Capítulo 5. Caracterización espacial y temporal del sistema turístico de la isla de Mallorca. la isla de Mallorca

5.6. La temporalidad de los flujos del sistema turístico

La disección del mercado turístico desde el punto de vista de la demanda constituye uno de los ejes centrales del análisis de esta investigación. Si analizamos el origen de los turistas que llegan a Mallorca, se observa un claro predominio de visitantes internacionales, siendo los alemanes, el principal mercado. Para hacerse una idea de su importancia, el mercado alemán, en el año 2014, representó más de un tercio de los turistas que viajaron a la isla (ver tabla 16). El segundo flujo en importancia de turistas, proviene del Reino Unido, y junto al alemán, aglutinan a más de la mitad de los turistas que visitan la isla. Por lo tanto, existe una clara dependencia del sector turístico de la isla hacia estos dos mercados. Por otra parte, se observa como el número de turistas originarios de mercados como los países nórdicos o el suizo, van creciendo progresivamente. Esta tendencia contrasta con la de otros mercados tradicionales como el español, italiano, austríaco e irlandés, los cuales se encuentran en una fase de un cierto estancamiento o regresión.

Tabla 16. Turistas llegados a Mallorca, según país de origen.

País de origen 2014

Fuente: Institut d'Estadística de les Illes Balears (IBESTAT) a partir de datos de FRONTUR.

La llegada de turistas a la isla, no acontece de forma regular durante todos los meses del año, sino que experimenta fluctuaciones significativas en función de la época del año. Este fenómeno es conocido con el nombre de estacionalidad, y como ya se ha

comentado en apartados anteriores, se debe por un lado a factores naturales (ej.: la variación de las características climatológicas que sufre el producto turístico), y por el otro, a factores sociales (ej.: la organización de las vacaciones laborales y escolares en los países de origen) (Riera y Aguiló, 2009).

Habitualmente, las fluctuaciones se miden desde una perspectiva de la demanda, teniendo en cuenta el número de turistas que visitan un determinado destino turístico.

En el caso de Mallorca, si analizamos el número de turistas que durante el período comprendido entre los años 2000 y 2014 (ver gráfico 13) visitaron la isla, se observa una clara concentración durante los meses de verano.

Gráfico 13. Promedio del número de turistas que visitan la isla por meses (datos del año 2000 al 2014).

Fuente: Miquel Àngel Coll, a partir de los datos la Agencia de Turismo de las Illes Balears.

En función del diferente grado de intensidad de la actividad turística a lo largo del año, el análisis del turismo en Mallorca, suele realizarse en base a la consideración de la existencia de tres temporadas turísticas diferenciadas (Riera y Aguiló, 2009): alta (junio-julio-agosto-septiembre), media (marzo-abril-mayo-octubre) y baja (enero-febrero-noviembre-diciembre). Para hacerse una idea de que manera se distribuye el turismo durante todo el año, se han agregado por temporadas turísticas, los datos de turistas durante el período comprendido entre los años 2000 y 2014. Los resultados muestran que el 58,25 % de los turistas llegaron durante los meses de temporada alta, un 29,85 % durante los meses de temporada media y un 11,90 % durante la temporada baja

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(ver gráfico 14). Por lo tanto, más de la mitad de los turistas que visitan la isla, se concentran en un corto espacio de tiempo que se corresponde con los meses de verano.

Gráfico 14. Porcentaje de turistas que visitan la isla según la temporada turística que sea (datos del año 2000 al 2014).

Fuente: Miquel Àngel Coll, a partir de los datos la Agencia de Turismo de las Illes Balears.

No obstante, este comportamiento estacional, también puede observarse desde otras variables del sistema turístico, como por ejemplo la oferta, y en concreto, a través del porcentaje de establecimientos de alojamiento turístico abiertos por meses (ver gráfico 15). La curvatura del gráfico de la oferta también sigue el mismo patrón que el de la demanda, con una máxima actividad durante el verano y una mínima actividad durante el invierno.

Gráfico 15. Promedio del porcentaje de establecimientos de alojamiento turístico abiertos por meses (datos del año 2000 al 2014).

Fuente: Miquel Àngel Coll, a partir de los datos la Agencia de Turismo de las Illes Balears.

11,90

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC

% Planta hotelera abierta (2000-2014)

Si calculamos los mismos datos en función de la temporada turística, se observa que durante el período comprendido entre los años 2000 y 2014, el 97,25 % de los establecimientos de alojamiento turístico estuvieron abiertos durante la temporada alta, esta cifra contrasta con los datos de la temporada media, durante la cual los establecimiento abiertos fue del 56,11 %, y más aún, con la temporada baja donde tan sólo el 16,12 % de los establecimientos permanecieron abiertos.

En base a este contexto, algunos autores (Capó et al.; 2006) han apuntado que para la mayoría de destinos turísticos de clima templado del hemisferio norte, con una marcada estacionalidad, las alternativas de los establecimientos de alojamiento turístico durante la temporada baja son escasas, siendo el cierre temporal una de las más habituales. Esto provoca una temporalidad del trabajo en el sector turístico, con importantes repercusiones socio-económicas para el resto de sector de la economía de la isla. De hecho, tal y como, se puede observar en el gráfico 16, el número total de afiliados a la seguridad social oscila siguiendo el mismo patrón que la demanda y la oferta turística, con un máximo estival y mínimo invernal.

Gráfico 16. Promedio mensual del número de afiliados a la seguridad social durante los años 2005 y 2014.

Fuente: Miquel Àngel Coll, a partir de los datos del Observatorio del Trabajo de las Illes Balears.

En definitiva, es obvio que este comportamiento estacional del sistema turístico repercute sobre la economía y el medio ambiente de la isla, convirtiéndose en uno de los

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temas centrales de debate de la sociedad mallorquina. Por lo tanto, para conocer con mayor profundidad la trascendencia que tiene este fenómeno, es preciso medir el grado de estacionalidad de las principales variables del sistema turístico (demanda y oferta) y su evolución durante los últimos años.

Capítulo 6. Análisis de la estacionalidad del turismo en la isla de