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El genograma como técnica de intervención con familias

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TRABAJO DE FIN DE GRADO

EL GENOGRAMA COMO TÉCNICA DE INTERVENCIÓN CON FAMILIAS

Patricia María Pulet Andreu

Grado de: Trabajo Social

Facultad de: Filosofía y Letras

Año académico 2020-21

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EL GENOGRAMA COMO TÉCNICA DE INTERVENCIÓN CON FAMILIAS

Patricia María Pulet Andreu

Trabajo de Final de Grado Facultad de: Filosofía y Letras Universidad de les Illes Balears

Año académico 2020-21

Palabras clave del trabajo:

Genograma, Familia, Metáfora, Juego

Nombre del tutor / la tutora del trabajo: Josefa Cardona Cardona

Autoritz la Universitat a incloure aquest treball en el repositori institucional per consultar-lo en accés obert i difondre’l en línia, amb finalitats exclusivament acadèmiques i d'investigació

Autor/a Tutor/a No No

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3 Resumen:

El presente documento consiste en un Trabajo final de Grado, en el que se propone realizar una aproximación teórica en cuanto a una herramienta como el genograma y la construcción de este con las familias. El genograma es un recurso que nos ayuda a entender al individuo y el sistema familiar del que forma parte.

Se hace un repaso del modelo sistémico y se hace un análisis del término “familia”

y la diversidad de estas en la actualidad. Se profundiza en la técnica del genograma con las familias y los contenidos generales de la entrevista del genograma. Y finalmente el uso de las metáforas y el juego para la indagación de las relaciones y la construcción del genograma con ayuda de los miembros de la familia, incluyendo la voz de los más pequeños.

Como señalan Gerson y McGoldrick (2000) recoger información y datos sobre la familia para elaborar el genograma es un ejercicio ideal para unirse entre ellos y así ayudar a la familia.

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4 Índice

1. El modelo sistémico ... 5

2. La familia como sistema relacional... 6

3. El genograma como herramienta de Trabajo en la evaluación familiar ... 7

3.1. Ventajas y desventajas de la utilización del genograma ... 8

3.2. Contenidos del genograma ... 9

3.3. Entrevista para el genograma ... 10

4. Metáfora como herramienta terapéutica ... 12

4.1. Los dos caminos para construir la metáfora ... 13

5. Dar voz a los más pequeños ... 14

5.1. Trabajo con menores entre los cuatro y los nueve años ... 16

5.2. Técnica de juego ... 16

6. Conclusiones ... 20

Referencias ... 22

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5 1. El modelo sistémico

Considero que es esencial enmarcar dentro de un enfoque específico a la familia para poder analizarla con detalle, el modelo al que estoy haciendo referencia es al modelo sistémico. Una breve definición del enfoque sistémico sería “un cuerpo de teorías y técnicas que estudian al sujeto en su contexto social” (Campos, 2017, p.149). Cualquier persona está inmersa en un sistema, en este caso hablamos de familias, por tanto, “un cambio en un miembro, afecta a todos los miembros del sistema” (Campos, 2017, p. 114), siendo cada miembro de la familia un individuo interdependiente. Los individuos se relacionan con otras personas porque forma parte del proceso del desarrollo humano,

“igual que ocurre en cualquier otro organismo vivo, se enmarca en una serie de sistemas relacionados unos con otros, que son distintos escenarios de interacción con el ambiente”

(Espinal et al., s.f., p. 2).

La idea de trabajar con familias aparece en Estados Unidos en 1950. El tipo de terapia en familia que se ha puesto en marcha en las últimas décadas es aquella que se enmarca dentro del modelo sistémico. Este modelo aplicado en Trabajo Social está basado en varias teorías como son la Teoría General de Sistemas, la Cibernética, la Teoría de tipos Lógicos, la Teoría de la Comunicación y la Teoría del Juego (Cívico y Hernández, 2008).

Es esencial mencionar la Teoría General de Sistemas. Este paradigma del conocimiento fundamentado con aportes teóricos del autor conocido Ludwing Von Bertalanffy en el cual se plantea que una familia está formada por diversos sistemas que los divide en: el individual o personal, el conyugal o de pareja, el paterno filial y el fraternal (Cívico et al., 2008).

Como los individuos son elementos que interactúan entre sí, es importante mencionar la teoría de la comunicación. Este modelo está formado por cinco axiomas de la comunicación que Paul Watzlawick considera importantes, tal y como comenta Campos (2017) en su trabajo:

1. Es imposible no comunicarse

2. Toda comunicación posee un nivel de contenido y un nivel de relación

3. La naturaleza de una relación depende de la forma de puntuar o pautar las secuencias de comunicación que cada participante establece.

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6 4. Las personas utilizan tanto la comunicación digital como la analógica.

5. Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios, según estén basados en la igualdad o en la diferencia. (p. 118).

El reconocido autor Bronfenbrenner fue el primero en aplicar la teoría ecológica dentro del trabajo con familias, porque se trata de un “sistema que define y configura en mayor medida el desarrollo de la persona desde su concepción”, al que llama microsistema porque es “el conjunto de interrelaciones que se producen dentro del entorno inmediato” (Espinal et al., s.f., p. 2).

2. La familia como sistema relacional

El concepto de “familia” es muy amplio y extenso, y todavía lo es más en la actualidad por los diferentes modelos de familia que se han ido formando. Pero de manera genérica se podría decir que la familia “es una unidad social que enfrenta a una serie de tareas de desarrollo. Estas difieren de acuerdo con los parámetros de las diferencias culturales, pero poseen raíces universales” (Minuchin, 2003, p.39).

Además, las familias están en constante transformación, entonces estas “no pueden describirse en términos estáticos o estructurales, puesto que sus partes se encuentran dinámicamente relacionadas entre sí y con el entorno” (Campos, 2010, p.

151). Por su parte, Minuchin (2003) define a las familias como un “sistema abierto en transformación, es decir que constantemente recibe y envía descargas de y desde el medio extrafamiliar, y se adapta a las diferentes demandas de las etapas de desarrollo que enfrenta” (p.84).

A pesar de que existan múltiples tipos de familia en la actualidad, se presentan algunas clasificaciones de tipologías de familia. Encontramos desde las formas más históricamente tradicionales como la familia nuclear, la familia extensa o la familia ampliada, hasta las formas de familia más actuales como familias simultaneas, monoparentales, hogares unipersonales, etcétera (Quintero, 2001).

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7 Sin embargo, desde otra perspectiva, las autoras Martin y Ruiz (2012) exponen que como consecuencia del cambio social al que nos estamos enfrentando están surgiendo nuevas formas de familias, entre las que menciona las siguientes:

- La familia conyugal o nuclear, compuesta por una pareja heterosexual, casada, con o sin descendencia.

- La familia recompuesta, compuesta por parejas que al menos uno de sus miembros proviene de una unión anterior, a los que se le suma, si los hubiere, los hijos e hijas de la primera relación más los propios de la nueva unión.

- La familia monoparental compuesta por un solo progenitor, mayoritariamente la madre y sus hijos e hijas (p.6).

3. El genograma como herramienta de Trabajo en la evaluación familiar Una vez que hemos desarrollado tanto el modelo sistémico como el concepto de familia y sus diferentes tipologías, considero fundamental poder hacer mención a una herramienta tan esencial del Trabajo Social con Familias como es el genograma.

De la Revilla (2006) señala que en los años 60 empieza a utilizarse un nuevo instrumento llamado “el árbol familiar o el genograma, con el objeto de evaluar aspectos relacionados con enfermedades infecciosas, para conocer los miembros de la familia infectados y poder generar actividades terapéuticas y de prevención” (p. 25).

El genograma es una técnica “para dibujar un árbol familiar que registra información sobre los miembros de una familia y sus relaciones durante por lo menos tres generaciones.”, además “Los genogramas presentan la información gráfica de manera tal que proporciona un rápido gestalt de complejas formas familiares y una rica fuente de hipótesis sobre como un problema clínico puede estar relacionado con el contexto familiar” (Gerson y McGoldrick, 2000, p. 17). En este sentido, según afirma el autor Suarez (2010):

Mediante el uso de símbolos permite al entrevistador recoger, registrar, relacionar y exponer categorías de información del sistema familiar, en un momento concreto de su evolución, como si se tratase de una radiografía y/o fotografía y utilizarlo para la resolución de problemas, educación y prevención en salud individual y familiar. Al ser un instrumento dinámico debe de actualizarse periódicamente por

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8 los cambios que se suceden en el transcurrir del tiempo en la familia. Su construcción al principio demanda entre 20 a 30 minutos, con la practica toma un promedio de 12 minutos (p. 53).

3.1. Ventajas y desventajas de la utilización del genograma

Aunque la utilización de los genograma tiene múltiples ventajas, cabe señalar que se pueden producir algunos inconvenientes. Entre las limitaciones que se encuentran Suarez (2010) menciona los siguientes:

1. Falta de colaboración del entrevistado

2. Cuando la información obtenida es solo de una persona, lo cual para algunos autores puede distorsionar, consciente o inconscientemente la realidad.

3. El tiempo requerido para su elaboración (20 a 30 minutos en promedio) (p. 56).

Por otro lado, Suarez (2010) también hace referencia a diversas ventajas que tiene la construcción del genograma:

1. Presentación de un registro médico sistemático.

2. Formato gráfico de lectura fácil.

3. Logra identificar pautas generacionales, biomédicas y psicosociales.

4. Permite evaluar relaciones entre el entorno familiar y la enfermedad.

5. Reestructura los problemas presentes en los pacientes.

6. Auxilia en el manejo médico y en el campo de la medicina preventiva.

7. Permite hacer evidentes los obstáculos para la cooperación.

8. Identifica eventos de la vida que podrían afectar el diagnóstico y tratamiento.

9. Pone en evidencia pautas de enfermedad.

10. Facilita la educación del paciente.

11. Detecta la etapa del ciclo de vida que cursa la familia.

12. Favorece la elaboración de hipótesis terapéuticas.

13. El proceso de su elaboración permite establecer una relación médicopaciente armónica.

14. Es una vía no amenazante para obtener información emocionalmente importante.

15. Su elaboración demuestra interés por el paciente y otros familiares.

16. Representa la estructura funcional de la familia.

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9 17. Propicia la participación del entrevistado y de los miembros de su familia tanto en la información que comparten, como en la narración y reflexión sobre dificultades y recursos que puedan encontrar.

18. Permite identificar algunos de los elementos que conforman las redes de apoyo (pareja, hijos, nietos, etc.)

19. Sirve como un instrumento detector de factores de riesgo medioambientales en el hogar (pp. 55-56).

3.2. Contenidos del genograma

Para construir un genograma se deben mencionar tres niveles a los que hacen referencia Gerson y McGoldrick: trazado de la estructura familiar, registro de la información sobre la familia y el delineado de las relaciones familiares.

Por un lado, el trazado de la estructura familiar se trata de “una descripción grafica de cómo diferentes miembros de la familia están biológicamente y legalmente ligados entre si de una generación a otra” (Gerson y McGoldrick, 2000, p. 25). La construcción de esta unión se hace a través de “figuras que representan personas y líneas que describen sus relaciones”, además, solamente tiene “significado si los símbolos están definidos ara aquellos que tratan de leer el genograma” (Gerson y McGoldrick, 2000, p. 25).

Por otro lado, el registro de la información de la familia hace referencia a tres aspectos importantes que se explican a continuación. Según Gerson y McGoldrick (2000) en la información demográfica deben incluirse las edades, las fechas de nacimiento, las muertes, ocupaciones o el nivel educativo; en la información funcional se hace mención a los datos objetivos del funcionamiento emocional, médico y del comportamiento de los miembros de la familia, esta información se recoge junto al símbolo del genograma; y los sucesos familiares críticos dan un cierto efecto de continuidad en la historia familiar como pueden ser los cambios en las relaciones, migraciones, éxitos o fracasos de los individuos (p.35).

Finalmente, para acabar de construir el genograma es necesario el trazado de las relaciones familiares. Para llevar a cabo el tercer nivel “se utilizan distintos tipos de líneas para simbolizar los diferentes tipos de relaciones entre dos miembros de la familia”

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10 (Gerson y McGoldrick, 2000, p. 37). Es el nivel de mayor deducción, porque se basan en las observaciones directas y en los comentarios que hacen los usuarios, incluso en ocasiones pueden ser tan complejas que se deben realizar en un genograma a parte (Gerson y McGoldrick, 2000).

3.3. Entrevista para el genograma

Creo que es fundamental señalar que cada profesional debe realizar esta parte de la entrevista a su manera, con un estilo propio, aunque dentro de unas pautas para recopilar los datos más importantes (De la Revilla, 2006). Sin embargo, “La recopilación de información para el genograma suele darse dentro del contexto de una entrevista familiar”

(Gerson y McGoldrick, 2000, p. 45). La única excepción que señalan los autores es que

“los miembros de una familia se presenten en particular para relatar la historia de la familia para una investigación” (Gerson y McGoldrick, 2000, p. 45).

Se puede realizar la construcción del genograma entrevistando a una sola persona, sin embargo, cuando reunimos “información de distintos miembros de la familia aumenta la confiabilidad y proporciona oportunidades de comparar perspectivas y observar interacciones de forma directa” (Gerson y McGoldrick, 2000, p.46). No cabe olvidar que:

cuando entrevistamos a varios miembros de la familia, obtenemos lo que llamamos el efecto Rashomon, basado en una famosa película japonesa donde se muestra un hecho a través de la perspectiva de un numero de personajes diferentes.

Del mismo modo, en las entrevistas para el genograma descubrimos que los miembros de una familia relatan historias diferentes sobre los mismos sucesos (Gerson y McGoldrick, 2000, p.45)

Algunas de las limitaciones que ya he mencionado anteriormente, es el escaso tiempo para realizar el genograma y que además “condiciona la manera de conducir y de estructurar la entrevista” (De la Revilla, 2006, p 29). Según Gerson y McGoldrick (2000)

“la información básica suele recogerse en menos de media hora, la evaluación completa que abarque a varios miembros de la familia puede llevar de 60 a 90 minutos. Algunos médicos prefieren separas las entrevistas en distintas sesiones” (p. 46).

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11 De la Revilla (2006) propone separar la entrevista para el genograma en dos partes:

En la primera parte las preguntas se centran sobre los elementos que permiten configurar la estructura de las familias de origen y procreación, los episodios que han podido experimentar, los recursos con que cuentan y el tipo de relaciones que tienen. En la segunda parte, que suele tener lugar otro día, se interroga y profundiza sobre los episodios mas importantes que recogimos en la parte anterior, centrándonos tanto en los contenidos mas conflictivos como en las interacciones que se acompañan de tenciones emocionales (p. 29).

Por lo tanto, el profesional debe saber distribuir de manera adecuada el tiempo y sistematizar la recogida de datos, “aunque debe ser los suficientemente flexible para que el paciente no viva la situación como un interrogatorio casi policial o sienta que esta respondiendo a un cuestionario rígidamente estructurado” (De la Revilla, 2006, p. 29).

Como señalan los autores Gerson y McGoldrick (2000) “La recopilación de información sobre la familia y la construcción del genograma debería ser parte de la tarea más general de unirse y ayudar a la familia (p.45).

De la Revilla (2006) expone una manera de ordenar la entrevista del genograma y los campos que debe abarcar que me parecen bastante útil:

1. Explicación de los objetivos y del proceso que se va a llevar a cabo 2. Sobre la familia de procreación

3. Acerca de la familia de origen 4. Actividad laboral y nivel educativo 5. Enfermedades

6. Acontecimientos vitales estresantes 7. Apoyo social y red social

8. Relaciones familiares

En definitiva, cabe señalar los periodos que tiene el genograma, ya que se trata de un sistema grafico de diagnóstico:

el primero el de la construcción, que requiere una entrevista y un sistema de registro;

el segundo la lectura, donde se reconocen y clasifican los distintos aspectos descritos

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12 en el dibujo, y el tercero, la interpretación, que permite formular hipótesis y llegar a diagnósticos psicosociales (De la Revilla, 2006, p. 25).

4. Metáfora como herramienta terapéutica

Para Simon, Stiertin y Wynne (1997, como se citó en Centeno, 2003), "la metáfora se refiere a un giro del lenguaje que se emplea en un sentido no literal. Si bien una metáfora es una figura del lenguaje, tiene mucho en común con la comunicación analógica; en las dos, se pretende establecer una semejanza entre la imagen y lo que se trata de expresar"

La finalidad que tiene la metáfora en la terapia familiar según Centeno (2003) “es informar, educar, curar y estimular el crecimiento interno y su principal objetivo es mandar mensajes de solución” (p.14). Como señalan los autores Gil et al. (2016) “la metáfora permite, de alguna manera, establecer semejanzas en el discurso para que este sea asimilado de forma efectiva” (pp. 148-149).

Algunos de los beneficios de la utilización de las metáforas según Cardona y Osorio (2015) son los que se mencionan a continuación:

1) las metáforas informan sobre el síntoma; 2) ayudan a comunicar tópicos complejos con mayor facilidad; 3) son importantes para la interacción verbal entre familias consultantes y terapeutas y 4) refuerzan y ejemplifican la posición del emisor en el contexto del juego relacional de la familia (p.19).

Centeno (2003) señala que “Una de las principales ventajas, quizás la de mayor relevancia, es la flexibilidad que tiene en sí la metáfora, ya que puede ser moldeada de acuerdo con la situación o persona a la que esté dirigida” (p. 20). Esta misma autora encuentra algunas desventajas a la hora de usar metáforas con los clientes:

1. Puede darse la posible manipulación del cliente por parte del terapeuta, esto puede evitarse si se ofrecen varias metáforas que sugieren diferentes posibilidades. 2. El cliente puede no captar el mensaje que se le envía, sin embargo, si el terapeuta está pendiente y es buen observador también registrará eso. 3. El terapeuta puede no saber utilizar la metáfora o usar una que no tenga que ver con el problema del cliente, las respuestas verbales o no verbales del cliente podrían mostrarle eso al terapeuta. 4. En ocasiones puede originar discusiones o malos entendidos, si el terapeuta no está siendo lo suficientemente

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13 respetuoso y colaborativo con el cliente. 5. La dificultad del cambio puede verse afectada si el terapeuta interpreta o traduce el significado de la metáfora;

generalmente se deja sin traducción para que en su misma vaguedad permita dar cabida a los significados propios del cliente. (Centeno, 2003, p. 20).

En definitiva, la metáfora según Gil et al. (2016) es “una estrategia útil en la comunicación y en la comprensión con los otros” y “permite indagar acerca de los significados que los consultantes dan a sus vivencias, fortalecer estrategias de afrontamiento y ayudar a la familia consultante a nombrar lo que literalmente no le es posible” (p.147).

4.1. Los dos caminos para construir la metáfora

En general, las metáforas se pueden clasificar en dos grupos: aquellas que introduce el profesional y las que los usuarios traen en sus historias (Gil et al., 2016).

Por un lado, en cuanto a las metáforas construidas por parte del profesional, es interesante que “para la elaboración de metáforas es prestar atención al lenguaje verbal y no verbal del cliente” (Centeno, 2003, p. 16) y así construirlas lo más parecidas a la visión del usuario. Gil et al. (2016) define las metáforas construidas por parte del terapeuta como:

las analogías que este introduce en terapia como una forma de acercarse al consultante, de transmitirle una información de una manera comprensible para evitar las resistencias, y de lograr persuadirlo para que se produzca un cambio, un movimiento, una resignificación de aquello por lo cual acude al espacio terapéutico, teniendo presente que es un espacio colaborativo (p.155).

Por otro lado, aquellas metáforas que vienen introducidas en las historias de los usuarios se originan a través de las experiencias que viven, aquello que conocen y los recursos que tienen a su alcance, incluso puede ser un reflejo del mundo psíquico del usuario (Gil et al., 2016).

En cualquier caso, la metáfora “puede usarse en cualquier situación en la que el terapeuta quiera transmitir información a su cliente” (Centeno, 2003, p. 17).

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14 5. Dar voz a los más pequeños

A continuación, me gustaría poder dedicar un apartado a la construcción del genograma con ayuda de los niños, que son miembros que también forman parte de la familia y pueden hacer aportaciones de gran calidad en cuanto a las relaciones que se forman en la familia. En ocasiones, no se les deja participar de manera activa en la construcción del genograma familiar, no se les da la voz necesaria ni se les tiene en cuenta todo lo que se debería. Me refiero tanto en la construcción del genograma como en las sucesivas entrevistas para ir construyéndolo, porque como he mencionado en apartados anteriores, el genograma no es estático, sino que se va transformando a medida que se conoce a la familia. En concreto la construcción del genograma según Bedolla y Herrera (2021) “presenta una utilidad complementaria como taller, en tanto permite explorar las historias familiares, generando conciencia y análisis, aspectos relacionales, figuras de identidad, patrones o modelos familiares, entre otros, que ayudan a tener una mejor comprensión de las familias” (pp. 260-261). Tal y como señala Castillo et al. (2012):

generalmente es el niño quien debe adaptarse al lenguaje y modos de expresión propios del mundo adulto ya que, por una parte, las interpretaciones y percepciones que tienen de la situación los psicoterapeutas no suelen concordar con la visión de los más pequeños y, por otra parte, muchas veces los terapeutas suelen adoptar un rol parecido al de los padres, formando una especie de alianza con ellos y dando al niño soluciones a sus conflictos sin considerar lo que él mismo piensa (p.65).

Una herramienta esencial para el trabajo con niños es la técnica de la externalización del problema. La externalización según los autores Epston y White (1993) se trata de:

un abordaje terapéutico que insta a las personas a cosificar y, a veces, a personificar, los problemas que las oprimen. En este proceso, el problema se convierte en una entidad separada, externa por tanto a la persona o a la relación a la que se atribuía. Los problemas considerados inherentes y las cualidades relativamente fijas que se atribuyen a personas o relaciones se hacen así menos constantes y restrictivos” (p. 53).

Muchos terapeutas que trabajan con niños “dan mucha importancia al proceso por el cual se llega a conocer al niño al margen del problema” (Castillo et al., 2012, p 65).

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15 Epston y White (1993) señalan que la utilización de esta técnica con los niñas y niñas resulta interesante para las familias. Sin embargo, si se trabaja desde el problema de manera directa puede ser inadecuado para el menor, sintiéndose humillado y negándose a hablar (Rico, s.f.). Por eso mismo, “el conocimiento del niño al margen del problema proporciona al terapeuta las herramientas necesarias para trabajar con él” (Castillo et al., 2012, p.65). El objetivo principal seria lograr mantener:

una conversación exteriorizadora con la familia que permita delimitar el problema, reconocer los intentos de solución de éste y los éxitos o fracasos en estos intentos. Lo que se busca es encontrar en el relato de las personas las cualidades y virtudes que ellos sienten como destacables, además de los caminos que perciben para poder llegar al estado que desean alcanzar; se trata de que la familia alcance ese nivel de esperanza que se necesita para movilizarse en busca de una solución. De esta forma, se intentará encontrar historias alternativas que reflejen las virtudes, cualidades y habilidades de los miembros de la familia, que muestren la riqueza de sus vidas, lo que quieren y pueden llegar a ser (Castillo et al., 2012, p. 65).

Tanto el terapeuta como los padres son los que deben adaptarse a la manera que tiene el menor de percibir la realidad, ya que es más fácil ayudarles a través del juego, el humor o la fantasía (Castillo et al. 2012). La elaboración del genograma puede enriquecerse con la participación de los más pequeños, por ejemplo, con “el uso de elementos artísticos complementarios, como pinturas y materiales plásticos; este tipo de estrategias, posibilitan la reflexividad familiar frente a las situaciones que atraviesan”

(Bedolla y Herrera, 2021, p. 261). Tal y como exponen Castillo et al. (2012) es esencial:

validar los modos de expresión y comunicación propios de la niñez, ya que para el niño es mucho más fácil comunicarse con el terapeuta por medio de la fantasía y el juego, formas que le son familiares y le atraen, que por medio de una conversación seria y de carácter analítico (pp. 65-66).

Una postura que debería adoptarse en el trabajo con los más pequeños, siempre teniendo en cuenta la situación particular de cada niño y de su cultura, es mantener una postura incluso infantil, si es necesario sentarse en el suelo, para que el menor observe al terapeuta y a sus familiares a la misma altura que el y se sienta más cómodo (Rico, s.f.).

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16 Sin embargo, “el juego” está muy relacionado con la infancia y se ha olvidado en el mundo de los adultos, quizás por vergüenza o porque los padres tienen poco tiempo para participar en este tipo de técnicas. Como señalan Bedolla y Herrera (2021) “En el contexto clínico, la técnica del juego vista por algunos profesionales como estrategia complementaria a su intervención, representa una forma de comunicación, así como la palabra en el adulto” (p.263).

5.1. Trabajo con menores entre los cuatro y los nueve años

Trabajar con niños y niñas de entre los cuatro y los nueve años puede traer algunas dificultades. Las complicaciones se pueden omitir siempre y cuando no se trabaje con ellos o ellas mediante entrevistas y conversaciones en las que los niños y niñas se puedan aburrir o que no lleguen a entender lo que le queremos comunicar. El único resultado que obtendremos será un estancamiento de la sesión y no conseguiremos que se abran con nosotros. (Rico, s.f.). “En la realidad infantil, el accionar del niño mediante el juego, le permite expresar sus vivencias, sentir, conflictos, fantasías y deseos” (Capnikas, 2018, como se citó en Bedolla y Herrera, 2021). Sin embargo, en este rango de edad:

los niños no tienen tanta facilidad de palabra por lo que es complicado que verbalicen de manera comprensible lo que realmente sienten y guardan en su inconsciente. Para facilitar la expresión de las emociones se pueden utilizar diferentes técnicas y herramientas (Rico, s.f., p. 21).

Algunos de los requisitos para la sesión es que deben ser encuentros dinámicos para que los niños y niñas puedan estar el mayor tiempo concentrados y la actitud del profesional debe ser alegre e integradora (Rico, s.f.).

5.2. Técnica de juego

Algunas de las técnicas de juego que podemos utilizar para trabajar con ellos y ellas para que participen en la construcción del genograma son las que se mencionan a continuación.

a. Técnica del dibujo

Bedolla y Herrera (2021) señalan que:

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17 La técnica del genograma puede ser complementada con la técnica del dibujo, privilegiada por los niños; así, trazos, el dibujo de mascotas, hobbies, entre otros, podrán ser esquematizados, produciendo una imagen ilustrativa de sus realidades, recogiendo información, quizá más valiosa que la generada por las palabras (p.261).

Según expone Rico (s.f.) el dibujo es una forma de descarga emocional para los niños y las niñas. El dibujo que realice el menor puede introducir una hipótesis de como es la familia, las relaciones que se establecen, como ven ellos mismos a la familia y como la representan, entre otras.

b. Técnica del cuento

Tanto Bedolla y Herrera (2021) como Rico (s.f.) proponen el cuento como una forma de participación. Los cuentos sobre todo introducen las narraciones alternativas y las metáforas que pueden:

ayudar a los niños a entender la situación en la que están inmersos, aprendiendo así que lo que sienten no es algo propio de ellos mismos y que tienen la capacidad para exteriorizarlo y tratar el problema como algo ajeno y externo (Rico, s.f., p.22).

c. Técnica de las marionetas

Quizás esta técnica se lleve a cabo con los menores de edades más tempranas, sin embargo, “La utilización de este tipo de herramientas nos permite sacar el conflicto del niño fuera y poder trabajarlo a través de una historia fantástica representada por marionetas” (Rico, s.f. p.21). De este modo, durante el dialogo entre las marionetas se puede observar el tipo de relaciones que mantienen los miembros de la familia y como las vive el niño o niña.

d. Role Playing:

El objetivo de esta herramienta es puramente terapéutica y pedagógica, “considerado por los profesionales sociales como una técnica, que además de implementar el juego, personifica y representa la realidad de niños y familias” (Bedolla y Herrera, 2021, p.266).

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18 El Role Playing se basa en “adoptar el papel de un personaje concreto y crear una situación como si se tratara de la vida real” (Rico, s.f., p. 23). Según Bedolla y Herrera (2021) cuando se crean estas situaciones se activan “la imaginación y la creatividad, no solo de los adultos, sino también del niño en consulta, permiten develar aspectos familiares no contados que aportan significativamente” (p.266). Seguramente lo más adecuado sería adoptar esta técnica según la edad que tenga el niño en cada caso.

e. Técnica de la caja de arena

La caja de arena es una herramienta terapéutica muy para el trabajo con niños, además

“permite trabajar cuando resulta difícil la verbalización de los contenidos psíquicos; y esto es especialmente importante cuando el paciente tiene dificultades para ponerlos en palabras, como ocurre habitualmente con los niños” (Rico, s.f., p.22). Incluso, el autor señala añadiendo que:

Al igual que los dibujos, esta técnica nos puede ayudar a que el niño sea capaz de representar de manera gráfica la manera en que ve a su familia y que representación tiene sobre el conflicto de lealtades. La utilización de figuras, las cuales gustan y llaman la atención a los niños, les permite representar cosas que con palabras les es complicado. Así mismo, se puede externalizar el conflicto y asignarle una figura elegida por él mismo. De esta forma es posible hablar del problema como algo externo al niño (Rico, s.f., p.22).

En definitiva, el genograma es un instrumento de diseño que sirve para representar generaciones y las relaciones mantenidas, además Bedolla y Herrera (2021) añaden que el genograma:

puede implementarse como una técnica posibilitadora de expresión, diálogo y co- construcción de las versiones de la historia y de las situaciones familiares que tiene cada integrante de una familia; además, en dicha implementación el lugar de los niños resulta significativo, articulando herramientas artísticas que les permita, acorde a su momento evolutivo, expresar sus percepciones y reconocer las de los adultos en un encuentro dialógico, posibilitador de reflexiones, resignificaciones y cambios (p. 267).

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19 Castillo et al. (2012) señala que “En el fondo, por medio del juego, los niños pueden resolver sus problemas, por sí mismos y de una manera lúdica y gratificante, que repercutirá en su desarrollo integral” (p. 66).

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20 6. Conclusiones

El modelo sistémico al que se ha hecho referencia al inicio del trabajo, enmarca a una persona dentro de un sistema social, en este caso se hace referencia a las familias, ya que forma parte del desarrollo humano. La familia es el sistema más influyente al que pertenece un individuo, por lo tanto, un cambio que se produzca en el sistema repercute a todos los miembros que pertenecen a él. De aquí nace la importancia de alguna herramienta que nos ayude a construir suposiciones de los cambios que se vayan produciendo. La herramienta a la que me hago referencia es el genograma, ya que es un elemento esencial en el estudio de la familia y en el Trabajo Social.

El genograma es una herramienta muy visual, que nos ayuda a recoger y analizar datos más importantes del sistema familiar, en un momento concreto de su evolución, ya que el genograma no es estático, sino que cambia a medida que evoluciona la familia. Se trata de una herramienta que a pesar de tener algunos inconvenientes, tiene numerosas ventajas tanto para el individuo como para la familia.

Si bien es cierto que la construcción del genograma puede realizarse con un solo miembro del sistema familiar, cuando se obtiene información de varios individuos de la familia se multiplica la confianza y las oportunidades de poder comparar diferentes versiones, y además ver interactuar a los miembros del mismo sistema familiar proporciona mucha más información sobre las relaciones que mantienen.

El uso de la metáfora me parece útil a la hora de indagar en las relaciones entre los miembros de la familia, ya que ofrecen oportunidades tanto al profesional como al usuario para analizar como interactúan los individuos dentro del sistema familiar.

Cuando se habla de la construcción del genograma familiar, normalmente la primera imagen que nos viene a la cabeza es una entrevista con personas adultas. Por eso mismo, considero que es importante empezar a introducir la voz de los más pequeños en estas intervenciones a través del juego, ya que es la manera más fácil que tienen ellos para comunicarse y expresarse. Me parece interesante investigar este camino, sin embargo, me ha costado bastante encontrar información sobre el tema.

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21 Es esencial tener en cuenta las voces de los niños para construir el genograma familiar, ya que nos pueden facilitar información que tal vez las personas adultas pueden omitir.

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22 Referencias

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