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Malestar psicológico e influencia social en la diversidad sexual

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Trabajo de Fin de Grado

Malestar psicológico e influencia social en la diversidad sexual

Maria Vallespir Adillón Grado de Psicología

Año académico 2020 - 21

Trabajo tutelado por: Dra. María Jesús Serrano Ripoll Departamento de Psicología

Se autoriza a la Universidad a incluir este trabajo en el Repositorio Institucional para su consulta en acceso abierto y difusión en línea, con finalidades exclusivamente académicas y de investigación

Autor Tutor No No

Palabras claves: diversidad sexual, homosexualidad, salud mental, influencia social

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Índice

Resumen ………. 3

Abstract ……….. 4

1.Introducción 1.1 Justificación e interés del tema ……… 5

1.2 Marco teórico ………... 6

1.3 Conceptos 1.3.1 Diversidad sexual ………. 9

1.3.2 Orientaciones sexuales ………. 9

1.3.3 Identidad ……….. 10

1.3.4 Acciones discriminatorias ………... 10

2. Objetivos ………... 11

3. Metodología ……….. 12

4. Resultados 4.1 Malestar psicológico ……….. 14

4.1.2 Resiliencia ……… 16

4.2 Influencia Social ……… 18

4.2.1 Centros educativos, clima familiar, etc. ……… 19

4.2.2 Estrategias para pertenecer a la heteronormatividad ……… 23

5. Discusión ……….. 25

6. Conclusión/es ………... 26

7. Bibliografía ……….. 28

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Resumen

La discriminación y el rechazo existente hacia la homosexualidad por la sociedad, provoca que presentar esta orientación sexual tenga unas consecuencias tanto sociales como psicológicas. En este presente estudio se realiza una revisión bibliográfica sobre la salud mental en la diversidad sexual, así como las estrategias psicológicas que utilizan las personas LGB (lesbianas, gais y bisexuales) para encajar en los estándares de la heteronormatividad y evitar las consecuencias que conlleva no identificarse con dicha heteronormatividad. Se han consultado 40 artículos en las siguientes bases de datos:

Dialnet, Google Académico, Uib Catàleg, Uib Catàleg Plus, PsycINFO, Web of Science y Scopus.

Las personas homosexuales presentan una mayor prevalencia de trastornos mentales (depresión, ansiedad, intentos e ideación suicida), en comparación con las personas heterosexuales, demostrando un importante malestar psicológico. Por otro lado, las personas LGB utilizan las estrategias de rechazar y ocultar su propia orientación sexual para simular pertenecer a los cánones heteronormativos de la sociedad, que hacen referencia a las preferencias sexuales.

Palabras clave: diversidad sexual, homosexualidad, salud mental, influencia social, revisión bibliográfica

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Abstract

Discrimination and rejection of homosexuality by society means that presenting this sexual orientation has both social and psychological consequences. In this study, a literature review is carried out on mental health in sexual diversity, as well as the psychological strategies used by LGB (lesbian, gay and bisexual) people to fit in with the standards of heteronormativity and avoid the consequences of not identifying with this heteronormativity. Fifty articles were consulted in the following databases: Dialnet, Google Scholar, Uib Catàleg, Uib Catàleg Plus, PsycINFO, Web of Science and Scopus.

Homosexual people have a higher prevalence of mental disorders (depression, anxiety, suicide attempts and suicidal ideation) compared to heterosexual people, demonstrating significant psychological distress. On the other hand, LGB people use the strategies of rejecting and hiding their own sexual orientation in order to pretend to belong to the heteronormative canons of society, which refer to sexual preferences.

Key words: sexual diversity, homosexuality, mental health, social influence, literature review.

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1.Introducción 1.1Justificación e interés del tema

Con el estudio y el trabajo en la diversidad sexual podremos entender que, aunque haya personas muy diversas en la sociedad todas debemos ser iguales en derechos, ser respectados y escuchados indiferentemente de nuestro preferencias afectivas o sexuales.

Únicamente si hablamos un mismo lenguaje, crearemos realidades, sino hablamos de diversidad sexual o lo hacemos de una manera despectiva, estamos creando una sociedad que menosprecia o no da visibilidad al amplio espectro que abarca la sexualidad y que nos acompaña durante toda la vida, en consecuencia, privamos a las personas que forman parte del colectivo LGB de tener las mismas oportunidades que los demás.

La importancia de dar a conocer esta temática puede aportar mayor visibilidad, con la que intentar disminuir los prejuicios o estigmas sociales referentes a las diversas orientaciones sexuales, disminuyendo las consecuencias sociales y psicológicas que provoca tener una orientación sexual diferente a la heteronormativa. Puesto que, hace únicamente 30 años la homosexualidad era considerada como una enfermedad mental (DSM, 1952) por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, hoy en día, la homosexualidad está perseguida y castigada en más de 70 países, ya sea con pena de muerte, condenas de cárcel, multas económicas, o castigos físicos con un determinado número de bastonazos o latigazos, causando a veces la muerte de la víctima (Alfageme, 2019).

Por todos los motivos anteriormente explicados, es necesario analizar en profundidad este tema, su conocimiento tendrá repercusiones en la educación, provocando que los niños del hoy sean mañana unos adultos formados en diversidad y en menos odio. Consiguiendo una sociedad más tolerante, que lucha contra la homofobia.

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1.2 Marco teórico

El amplio aspecto que abarca la sexualidad ha sido una cuestión tabú en la sociedad desde la aparición del judeocristianismo. La disciplina basada en el estudio de la sexualidad, la sexología tardo tiempo en aparecer. Su nacimiento se sitúa a mediados del siglo XIX, con una marcada influencia biológica, donde su principal objetivo era investigar acerca las diversos características y tipos sexuales. Esto provocaría que se definiera la normalidad, en base las directrices de la biología (Weeks, 1998)

Por lo tanto, centrándonos en esta definición basada en las “reales” características que correspondían al hombre o a la mujer, agregado a lo que se consideraba que estaba dentro y fuera de la normalidad, daba lugar, según autores tales como Weeks (1998), a la

“institucionalización de la heterosexualidad”.

La sexualidad era considerada como un aspecto centralmente biológico ligado al instinto, donde el hombre era constituido como un agente sexual activo, en contraposición de la mujer que era vista como una receptora pasiva. Este tipo de definiciones procedentes de la biología fueron cambiando hacia una nueva visión basada en la construcción social histórica, es decir, un ámbito de análisis para las ciencias sociales, gracias autores tales como Foucault (2002).

Otros autores tales como Heinrich Hössli o Heinrich Ulrichs (1800) intentaron oponerse a la definición genérica y en consecuencia heterosexista que presentaba la sexología en aquel entonces, mediante el estudio de las diversas expresiones sexuales no heterosexuales (Mogrovejo, 2008).

Según autoras como Mogrovejo (2008), a raíz de este nuevo punto de vista en las últimas décadas del siglo XIX, cogió fuerza el estudio del comportamiento homosexual en personas arrestadas por ofensas sexuales o en pacientes de hospitales psiquiátricos. Las consecuentes traducciones y ediciones de las investigaciones realizadas acerca de la temática, formaron parte del conocimiento científico permitido al público (pequeño en aquel entonces). Su estudio en ese momento, iba ligado a la corriente psicoanalítica donde Sigmund Freud (1922), negaba la noción relacionada de que la homosexualidad fuera innata, sino que afirmaba que, en la formación de la orientación sexual, el rol del inconsciente dinámico tenía un papel clave.

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En respuesta a lo anterior, el movimiento homosexual estadounidense empezó a hacer encuentros clínicos para demostrar que no se podía hacer una distinción de heterosexuales o homosexuales en base de las pruebas de Rorschach y otras estándar (D’Andurain, 1956).

Estos avances junto a la rebelión de Stonewall en 1969, dio lugar a nuevos medios que hablaran de la homosexualidad como el periódico Gai Saber o programas universitarios, a pesar del progreso no se elaboraron libros de textos, que pudieran asimilarse a la evolución en los estudios de la mujer durante esa misma época (Mogrovejo, 2008).

Respecto a la década de los años ochenta fue la más prolífica en cuanto a publicaciones académicas e investigaciones, basándose en tres áreas de estudio:

1. Estudios de actitudes y comportamientos mediante entrevistas y cuestionarios.

2. El dominio histórico comparativo incorporando antropología, biografía y aspectos históricos.

3. La representación cultural, la presentación de aspectos tales como personajes y temas homosexuales en los diferentes medios de comunicación como es la televisión, radio, cine, etc.

Todas las investigaciones y estudios anteriormente expuestos iban relacionadas con la homosexualidad masculina, dejando el estudio de las relaciones afectivas-sexuales entre mujeres, poco estudiadas y comprendidas, lo que está en línea con el sexismo y el machismo predominante en la sociedad de entonces. A pesar de esta poca representación y visibilidad, las primeras pruebas documentales que se encuentran sobre la existencia del lesbianismo han sido encontradas hace cuatro milenios antes de Cristo, en fuentes babilónicas, por tanto, no es que nunca hayan existido, sino que no se ha investigado ni estudiado sobre ellas. Este desconocimiento fue causado por las acciones tomadas y las normas promulgadas desde los poderes privados y públicos para reprimirlas (Rivera, 1994).

Sobre el estudio del lesbianismo, encontramos dos lógicas de análisis:

1) Estudios realizados por hombres, donde la mujer lesbiana es considerada un objeto de estudio o un sujeto anormal.

2) Las publicaciones realizadas desde una visión lésbica.

Las primeras investigaciones científicas realizadas a finales del siglo XIX, acerca del lesbianismo, fueron provocadas por el aumento de divorcios, debido a las infidelidades

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realizadas por las mujeres con otras mujeres. Estas conductas eran definidas como

“aberración”, “anormalidad congénita”, “vicio vergonzoso”, “perversión moral”, etc. Se aprecia como las relaciones afectivo-sexuales entre mujeres eran muy castigadas tanto por el prejuicio social como por la psiquiatrización de la condición, existente en aquel entonces (Mogrovejo, 2008).

En las décadas siguientes se observa como hubo diversas manifestaciones y rebeliones por parte de las mujeres que mantenían relaciones amorosas con otras mujeres, junto al colectivo que formaban las feministas, para refutar el estigma de vicio y enfermedad que tenía esta orientación sexual, además querían poner fin a su exclusión en la vida pública y a los diferentes chantajes que presentaban en el ámbito laboral. Esta necesidad de normalización, reclama una primera etapa de visibilidad, aún a día de hoy pendiente en muchos lugares del mundo (Mogrovejo, 2000).

Durante esta etapa fue muy importante formar una estructura de identidad colectiva, donde las mujeres que mantenían relaciones sexuales-afectivas con otras, se sintieran representadas. Por este motivo era necesario que estas relaciones estuvieran consideradas tanto políticamente como socialmente. En los años siguientes la aparición de nuevas identidades a parte de la homosexual (bisexual, transexual, etc.) produjo ampliar el marco que contemplaba la diversidad sexual en aquel momento, cambiando la denominación de los estudios por LGTB (Álvarez et al., 2010)

A día de hoy, han ido apareciendo nuevas identidades sexuales (pansexual, transgénero, queer, intersexual, etc.), que han hecho aumentar el colectivo, como observamos el concepto que conforma la diversidad sexual se va actualizando y renovando generacionalmente (García, 2007).

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1.3 Conceptos

Antes de empezar con el análisis del trabajo, vamos a definir diferentes conceptos importantes para entender que es la diversidad sexual, incluyendo cuales son las identidades que abarca y aquellas acciones discriminatorias que afectan ya sea de una manera directa o indirecta a las personas que forman parte de ella.

1.3.1 Diversidad sexual

Diversidad sexual: Este concepto hace referencia a todo el aspecto que abarca a la sexualidad, teniendo en cuenta todos los componentes de la conducta, la atracción, la expresión, la identidad, la orientación y las relaciones sexuales. Por tanto, daría significado a todos aquello que concierne a los seres humanos como seres sexuados (Suárez, 2016).

1.3.2 Orientaciones sexuales

Orientación sexual: Concepto que hace referencia a la capacidad para sentir una atracción tanto física como emocional por personas del opuesto y/o mismo sexo (Rodríguez, 2018). Las tres orientaciones sexuales más estudiadas son las siguientes, a pesar que actualmente se conocen otras como son la asexual, pansexual, etc. (García, 2007):

- Heterosexualidad: concepto referente a aquellas personas que sienten, hacia otras del sexo opuesto, una atracción física y emocional.

- Homosexualidad: definición que haría referencia a aquellas personas que sienten, hacia otras del mismo sexo, una atracción física y emocional.

- Bisexualidad: término referente a aquellas personas que sienten, hacia personas del sexo opuesto como del mismo, una atracción física y emocional. Estas experiencias sexuales-afectivas con los dos sexos, no son necesarias que se realicen en un mismo momento o tiempo. Dentro del pensamiento dicotómico, muchas personas ponen en duda la existencia de esta orientación sexual, y la critican afirmando que es una fase, o algún trauma no resuelto.

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1.3.3 Identidad

Sexo cromosómico: viene determinado por la presencia o ausencia del cromosoma Y.

Así entonces, se hace una clasificación asignando como hombres a aquellas personas que tienen cromosomas XY, y al cambio como a mujeres a las personas que presentan cromosomas XX (Suárez, 2016)

Sexo de asignación: determinado por la construcción sociocultural, por la que se asigna un sexo a las personas al nacer (mujer o hombre), en base a sus genitales.

- Hombre: testículos y pene - Mujer: pechos y vulva

Género: determinado también por la construcción sociocultural atribuida a los seres humanos en función de su sexo. Haría referencia a los comportamientos, roles, atributos y actividades que se consideran apropiados por la sociedad según seas hombre o mujer (Rodríguez, 2018).

Identidad de género: género en que las personas se sienten identificadas, independientemente de sus características sexuales. Si nos distanciamos del sistema binario de la diferencia sexual (hombre – mujer) encontramos otras identidades de género (Suárez, 2016).

Transgénero: haría referencia a aquellas personas cuya identificación de género no está en consonancia con el sexo de asignación, impuesto al nacer.

Transexual: representaría a aquellas personas que buscan realizar cambios en sus caracteres sexuales primarios y/o las características sexuales secundarias mediante participaciones médicas, para masculinizarse o feminizarse (Suárez, 2016).

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1.3.4 Acciones discriminatorias

Homofobia: Cualquier tipo de discriminación, rechazo o violencia basada en los estereotipos, creencias negativas, y prejuicios hacia la homosexualidad, es decir, personas que tiene una preferencia sexual-afectiva por personas de su mismo sexo. La homofobia puede derivar en otros modos de violencia, que son considerados crímenes de odio, como puede ser el delito de homicidio o la privación de la vida (García, 2007).

El uso de este término se suele aplicar a reacciones similares que ejercen determinadas personas hacia identidades de género y orientaciones sexuales no heteronormativas en general. Aun así, actualmente se han originado diversos conceptos específicos para dichas reacciones: lesbofobia, transfobia, bifobia, etc. (Rodríguez, 2018).

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2. Objetivos Como objetivo general encontramos:

- Realizar una revisión bibliográfica sobre la salud mental de las personas homosexuales y la influencia social dentro de la diversidad sexual.

También se establece como objetivos específicos, los siguientes:

- Analizar la prevalencia de trastornos mentales en personas con y sin una preferencia sexual normativa.

- Estudiar la discriminación y el rechazo hacia la homosexualidad en diferentes áreas de socialización de las personas.

- Investigar las estrategias utilizadas por el colectivo LGTBI para encajar dentro de los cánones de la sociedad, en cuanto a preferencias en las relaciones afectivas - sexuales.

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3.Metodología

Este trabajo como se ha indicado en el principio de este, se basa en una revisión bibliográfica sobre la salud mental de aquellas personas con una orientación sexual no normativa, es decir personas que sienten una atracción afectivo-sexual hacia personas de su mismo sexo (homosexuales). Además, también se investiga la influencia social existente para pertenecer dentro de la hetero-normatividad, dando lugar a que las personas con una preferencia sexual no heterosexual, utilicen determinadas estrategias para pertenecer a ella, como ya son el ocultamiento o el rechazo a su propia orientación sexual.

Para ello la metodología utilizada ha sido la lectura y la búsqueda de diferentes fuentes bibliográficas para poder dar respuesta a los diversos objetivos planteados. La información empleada en la realización del trabajo proviene de diversas bases de datos como son Dialnet, Google Académico, Uib Catàleg, Uib Catàleg Plus, PsycINFO, Web of Science y Scopus.

Las diferentes publicaciones se dividieron en aquellas relacionadas con el origen y la evolución de las diferentes orientaciones sexuales, así como las consecuencias sociales y psicológicas que han sufrido a lo largo de la historia las personas que pertenecen al colectivo LGTB. Por otra parte, se encuentran las publicaciones y artículos relacionados con la salud mental en la diversidad sexual, es decir la prevalencia de trastornos mentales y malestar psicológico (depresión, estrés, angustia emocional, ideación e intentos de suicidio) en esta población. En última instancia, encontramos aquella información relacionada con la influencia social dentro de las preferencias sexuales, las estrategias utilizadas para pertenecer a la hetero-normatividad.

Referente al criterio de selección en la diversa información encontrada, se han utilizado publicaciones comprendidas entre los años 2000 hasta el año actual. El rango temporal es amplio, dada la escasa información que existe sobre la temática escogida. Por otra parte, se han introducido en los diferentes buscadores de las bases de datos, palabras claves en diferentes idiomas tanto en español como en inglés. Los términos que se han utilizado son los siguientes: “diversidad sexual”, “orientación sexual”, “colectivo LGTB”

“preferencia sexual”, “relaciones afectivo-sexuales”, “sexuality”, “homosexualidad”,

“sexual orientation”, “heteronormatividad”, “sexual diversity”.

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También se utilizaron diversas combinaciones de palabras claves tales como: “salud mental” AND “diversidad sexual”, “influencia social” AND “diversidad sexual”, “mental health” AND “sexual diversity”, “homosexuality” AND “mental health”, “social influence” AND “sexual diversity.

Con estas palabras claves y su posterior combinación se encontraron 40 publicaciones, únicamente se escogieron las basadas en las diferentes orientaciones sexuales, o únicamente se utilizaron los datos referentes a esta temática en aquellos documentos que mostraban resultados de otros aspectos relacionados con el colectivo LGTBI. También se excluyeron aquellas publicaciones escritas con un idioma que no fuera español o inglés.

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4.Resultados 4.1 Malestar psicológico

Diversos estudios corroboran cómo las personas homosexuales, presentan un mayor malestar psicológico, que aquellas que son atraídas por personas del sexo contrario, es decir heterosexuales. En el estudio realizado por las autoras Garaigordobil y Larrain (2020), se analiza la existencia de diferencias en la salud mental, en función de la orientación sexual (no-heterosexuales y heterosexuales).

En los resultados de este estudio se observó como el grupo de no-heterosexuales tenía una peor salud mental, demostrando un mayor malestar psicológico. Los participantes homosexuales presentaban más casos de depresión y síntomas psicopatológicos diversos (obsesión – compulsión, sensibilidad interpersonal, somatización, etc.).

En la misma línea, otros estudios demuestran la evidencia de que aquellos adolescentes que presentan una orientación sexual no normativa (lesbianas, gays y bisexuales) tienen un mayor riesgo a experimentar depresión, intentos e ideación suicida que los adolescentes heterosexuales (Almeida et al, 2009; King et al, 2008; Suarez y Madrigal, 2000). La probabilidad de presentar ideación suicida, es de tres veces mayor en personas homosexuales que en personas heterosexuales según el Centro para la Prevención del Suicidio (2008).

En el estudio realizado por Meyer (2003), también se reportó una mayor prevalencia de trastornos mentales en homosexuales que en heterosexuales, y se concluyó que la probabilidad de cumplir los criterios referentes a diferentes trastornos de ansiedad eran casi el doble en personas (LGB) que en heterosexuales. Todos los resultados anteriormente mencionados son corroborados por otros estudios (Almeida et al, 2009;

Szymanski, Dunn, Ikizler, 2014; Puckett et al, 2015; Nieto, 2019).

Una de las explicaciones más utilizadas para entender estos resultados es que las personas homosexuales (LGB) perciben un ambiente discriminatorio, a causa de su orientación sexual, por parte de su círculo de socialización más cercano. Esta exposición desde su niñez, provocaría que aceptasen la homofobia como un proceso natural, llegando a internalizar esta discriminación. Así entonces, se exteriorizarían los sentimientos de rechazo que sienten las personas homosexuales, mediante conductas autodestructivas (comportamientos suicidas) (Rodríguez y Calle, 2013).

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La homofobia internalizada se da en las personas con una orientación sexual no normativa cuando incorporan los estereotipos, prejuicios y creencias negativas que tiene la sociedad hacia la homosexualidad en su auto concepto, haciendo que tengan reacciones y actitudes disfuncionales hacía su propia orientación sexual, así como también hacia la homosexualidad de otras personas. Todo esto produce las consecuencias anteriormente mencionadas en su salud mental, dando lugar a un gran malestar psicológico (Ortiz, 2005).

En la misma línea de estas explicaciones se encuentra la teoría más ampliamente aceptada, para la explicación de la mayor prevalencia de trastornes mentales en las minorías sexuales, es el modelo del estrés minoritario. Esta teoría afirma que las personas con una orientación sexual no normativa estarían expuestas en mayor medida a múltiples factores de estrés: agresiones, discriminaciones, estigmas, etc. La exposición a estos factores daría como consecuencia a un aumento de angustia psicológica (Kaysen et al, 2014).

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4.1.1 Resiliencia en jóvenes LGTB

A pesar del impacto negativo que tiene en la salud mental el estigma social asociado a la homosexualidad, muchas personas pertenecientes a las minorías sexuales presentan una gran capacidad para revertir los efectos negativos de este estigma y su consecuente rechazo, manifestándose orgullosos de ser quienes son y desarrollando competencias a causa de las experiencias superadas. La resiliencia se ha definido por varios autores como aquella habilidad o adaptación positiva que nos permite por tanto recuperar como mantener una salud mental, a pesar de haber experimentado situaciones difíciles que provocasen malestar y estrés. El desarrollo de esta según estos autores depende de la interacción de diferentes factores, tales como atributos biológicos, actitudinales, psicológicos y presentar apoyo social (amigos, escuela, familia) (Wald et al., 2006).

Concretamente referente al estudio de la resiliencia en adolescentes LGTB, han descubierto que ésta sirve como una herramienta de protección para afrontar el clima de hostilidad y exclusión en el que se encuentran. Estos autores definieron determinados factores que influyen en la resiliencia de estos adolescentes: (Rodríguez y Calle, 2013)

- Apoyo y aceptación familiar, siendo éste uno de los factores más importantes, ya que se ha demostrado como recibir apoyo de los progenitores y tener una relación saludable y estable con ellos, ayuda en el proceso de aceptación de la propia orientación sexual (homosexual) y en el desarrollo de la resiliencia

- Tener contacto con otras personas pertenecientes a la comunidad LGTB, puesto que poner en común situaciones, sentimientos, emociones, pensamientos provoca un clima de comprensión y empatía con los demás, a causa de haber superado vivencias similares.

- Educar en diversidad sexual para desmentir mitos, prejuicios, estereotipos o creencias negativas, sobre el estigma social asociado a la homosexualidad, para el mejor manejo y afrontamiento de las consecuencias que conlleva la homofobia.

Una diferencia entre heterosexuales y homosexuales referente a factores asociados a la resiliencia, es la religiosidad. Se ha visto como en los adolescentes LGTB que creían en una religión como la cristiana, aumentaba su malestar emocional referente a su homosexualidad, a causa de las creencias negativas que tenía su iglesia sobre las relaciones afectivo-sexuales entre personas del mismo sexo. En cambio, en las personas

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heterosexuales sí que actúa como un factor asociado a la resiliencia (Rodríguez y Calle, 2013).

Por tanto, podemos decir que el colectivo LGTB sufre el impacto de una sociedad, que les obliga a la represión tanto de su sexualidad como de su expresión de identidad, a pesar de ello, esta misma situación puede considerarse un factor muy importante en el desarrollo de la resiliencia (Ortiz, 2005). En cuanto a la relación entre salud mental y resiliencia está ampliamente investigada por autores tales como Hiew, Mori, Shimizu y Tominaga (2000) donde afirman que la resiliencia reduce síntomas emocionales negativos tales como la depresión, la rabia, la ansiedad, así como el estrés. Por tanto, podemos decir que la resiliencia aumenta la salud emocional.

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4.2 Influencia social

De la misma forma que hemos mencionado anteriormente, la concepción que tiene la sociedad acerca de la homosexualidad tiene repercusiones psicológicas y sociales para las personas lesbianas, gais y bisexuales. Esto es así debido a que la heteronormatividad es la norma en la sociedad, provocando que muchas personas con una orientación sexual no normativa tiendan a no aceptarse para poder encajar con los cánones de la sociedad, haciendo que la etapa de identidad sexual en la adolescencia que de por sí es difícil, lo sea aún más para aquellas personas que no encajan con los estándares sociales (Ortiz, 2005).

Estar expuestos a estos procesos de exclusión social en cualquier etapa del desarrollo psicosocial, implica un peligro para las personas que lo sufren, pero este riesgo se acentúa más durante la adolescencia. Puesto que en esta etapa no únicamente ocurren cambios físicos, sino que también se determinan sentimientos tales como la vergüenza, aceptación o culpa respecto a la propia sexualidad, se tiene una mayor conciencia de las propias ideas, se buscan nuevos grupos de socialización, es decir, se producen una serie de procesos que dan lugar a la construcción de nuestra identidad (Luna, 2010).

La discriminación y el rechazo afecta de tal manera a la identidad sexual, que según diversos estudios las personas homosexuales se identifican como personas diferentes sin poder entender ni identificar esa diferencia, antes de identificarse como lesbianas, gais o bisexuales, demostrando como el estigma social existente hacia la homosexualidad afecta en el reconocimiento de la identidad sexual (Ortiz, 2005).

A continuación, ilustraremos mediante diversas investigaciones, como desde los diferentes focos de socialización (colegio, hogar, etc.) que tiene la persona desde su niñez, están basados en unas actitudes y creencias negativas hacia las orientaciones sexuales no normativas, provocando que estas personas sean víctimas de discriminación y rechazo constante, dificultando su desarrollo sobre su identidad sexual y repercutiendo en su salud mental.

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4.2.1 Centros educativos, clima familiar, sectores públicos y relaciones laborales Esta realidad es palpable en todos los ámbitos sociales, pero sobre el que se ha realizado un mayor número de investigaciones es en los centros educativos, siendo además uno de los primeros lugares de socialización de las personas. Se ha observado cómo tanto profesorado como alumnado desconocen la realidad que viven las personas homosexuales, así como también desde estas instituciones ofrecen una ambigüedad referente a aspectos sobre las relaciones sexuales, género y orientaciones sexuales. Esto provoca que se creen y realicen prácticas excluyentes hacia el colectivo LGB (Ospina y Pincay, 2020).

En los estudios realizados por las autoras Garaigordobil y Larrain (2020), donde comparaban diferencias en función la orientación sexual de los sujetos, se observó como en el grupo de personas no-heterosexuales, había un número significativamente mayor de víctimas de acoso escolar y ciberacoso, además este grupo también fue el que tuvo un mayor número de víctimas de conductas agresivas.

Otros estudios apuntan en la misma dirección que los resultados obtenidos en éste, evidenciando que el colectivo LGTB presenta una mayor vulnerabilidad de padecer conductas de acoso (Abreu & Kenny, 2017; Baiocco & al., 2018; Birkett & al., 2015;

Bouris & al., 2016).

Esta situación es así que, según datos del Ministerio del Interior (2014; 2015), la mayoría de los delitos de odio debido a actos homofóbicos llevados a cabo en España, ocurren mucho más frecuentemente que la discriminación por otras características personales como son la discapacidad, la etnicidad o la raza. De tal manera que, según el Instituto de la Juventud, la mayoría de adolescentes (tres de cada cuatro) han sido testigos en sus centros educativos de agresiones homofóbicas (insultos, burlas, rumores y palizas) contra personas LGTB (INJUVE, 2011).

Aunque haya mejorado esta situación en los últimos años, la homofobia sigue constituyendo el principal motivo de burla, rechazo e insulto en los centros educativos en prácticamente toda Europa. La mayor parte de los jóvenes y docentes se consideran tolerantes y respetuosos con las personas homosexuales, pero la realidad es que no actúan cuando la homofobia está presente, permitiendo que se produzcan conductas y creencias negativas en las instituciones educativas (Pichardo et al., 2015).

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Si nos referimos al ámbito familiar, se ha demostrado cómo la ocultación de la orientación sexual a los propios familiares se asocia con una tasa más alta de suicidios. Aun así, la revelación de ésta en hogares donde la homosexualidad no está aceptada, también está asociada a abusos y amenazas tanto físicas como verbales, pudiendo llegar a provocar consecuencias negativas para la salud mental (depresión, intentos de suicidio, consumo de drogas y alcohol, conductas sexuales de riesgo) de las personas homosexuales. Por tanto, el apoyo familiar en la orientación sexual es muy importante para paliar estos posibles hechos, pero además se ha demostrado cómo “la salida del armario” de estas personas en el ámbito familiar es fundamental para facilitar el proceso de auto aceptación y definición en las personas LGTB (Ortiz, 2015).

Los autores Herdt & Koff (2002) han explicado cómo se vive este proceso dentro del ambiente familiar, exponiendo las tres fases que sería esperable que estas familias superasen. Para empezar muchas familias atraviesan la fase de desintegración, puesto que la noticia de que sus hijos/as se sientan atraídos por personas de su mismo sexo suele ser en muchas ocasiones una información inesperada y negativa.

En este momento es cuando se encuentra la vulnerabilidad por parte de los componentes que conforman la familia, no sabiendo cómo responder ante esta noticia, provocando en la mayoría de ocasiones una crisis. En esta fase es cuando los progenitores deben de actuar, siendo no siempre fácil el camino que tienen que recorrer. Primeramente, se encuentran en la situación de que tienen que cambiar o renunciar a sus expectativas e ideales, además de afrontar los estereotipos negativos existentes, por el estigma social, hacia la homosexualidad. Los sentimientos persistentes que provocan que esta fase permanezca son los referentes a la culpa y la vergüenza. Las estrategias que utilizan las familias en este momento son: no aceptar la revelación, negar la situación que están viviendo, excluir a su hijo/a y considerar que la orientación sexual no normativa de su hijo es una fase, todas estas estrategias fomentan la desintegración familiar.

Posterior al shock inicial, encontraríamos la fase de ambivalencia y transición, donde predomina la contradicción de actitudes y sentimientos.

Un ejemplo de ello sería expresar visiblemente el rechazo que sienten hacía las personas homosexuales, pero al mismo momento tener sentimientos de lástima, pena, angustia hacia su hijo/a por la situación que está pasando. En esta fase se espera sentimientos de

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confusión y que los progenitores empiecen a reflexionar sobre si las críticas que han expresado o escuchado acerca las minorías sexuales, se pueden aplicar ahora a sus hijos.

A partir de aquí se pueden dar dos variantes, la primera es que con el trascurso del tiempo puede aparecer en algunos componentes de la estructura familiar, una actitud más analítica y comprensiva, sobre la inclusión de la orientación sexual de su hijo en ésta, afrontado la homofobia que existe dentro de la sociedad. Así, posteriormente de esta reflexión se llevaría a cabo la aceptación del hijo homosexual. Sin embargo, la otra variante que puede suceder es que la inicial ambivalencia no conlleve el cambio de ideas preconcebidas, dando lugar que algunas familias más tradicionales, no acepten la diversidad, dando lugar a la excluir a sus propias hijas/os y al distanciamiento familiar.

En último lugar, aparecería la fase de integración, es decir, cuando los miembros de la familia, consiguen expresar una mayor comprensión hacía sus hijos/as, aceptando la diversidad sexual como una característica más, que no influye en la opinión o estima que tienen sus componentes hacia su hijo/a. El reto de estas familias para conseguir esta última fase es dejar a un lado sus creencias e ideologías disfuncionales, para crear un espacio familiar que se fomente en la empatía, la comprensión y el cariño. Así beneficiaran a sus hijos, pero también a ellos mismos.

Por tanto, podemos decir que las familias pasan por diferentes fases: desintegración, ambivalencia y transición para llegar finalmente a la integración. Esto sería el proceso esperable, pero como hemos explicado anteriormente en algunos casos las estructuras familiares no llegan a la última fase, no aceptando y rechazando a sus hijos por su orientación sexual.

En cuanto la discriminación que tienen las personas LGTB en el sector público se han realizado estudios por Toro-Alfonso (2010), donde se demostraba la existencia de una política silenciosa no explicita que provoca la discriminación a estas personas, en este ambiente.

En el ámbito laboral también se vive las consecuencias del estigma social, llegando al punto que estas personas ocultan su orientación sexual por temor a que los despidan o a las represarías que puedan tener en su puesto de trabajo. En estudios que se realizaron (Ortiz, 2015), los participantes afirmaron que “La empresa en que trabajo tiene unas creencias muy tradicionales y pondría en peligro mi puesto, si los demás lo supieran”

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“Tengo que ocultarlo porque ya ha habido despidos por esos motivos”, demostrando el temor y el miedo que sienten.

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4.2.3 Estrategias para pertenecer a la heteronormatividad

Todas estas consecuencias sociales y psicológicas tienen repercusiones en el desarrollo de la identidad sexual de estas personas. Siendo la escuela el principal espacio de socialización en los adolescentes, que no se ofrezca una adecuada educación referente a la diversidad sexual, desmintiendo los prejuicios, los estereotipos y las creencias negativas, ni tampoco en otros ámbitos sociales, provoca que se fomenten conductas discriminatorias, que posteriormente desembocan en agresiones tanto verbales como físicas en las personas de este colectivo.

Por esta discriminación y rechazo que se produce en las primeras etapas de vida, las personas LGB utilizan varias estrategias para pertenecer a la heteronormatividad. Por un lado, se da lugar al rechazo a la propia orientación sexual, incorporando en su autoconcepto los prejuicios, las creencias negativas, y los estereotipos que tiene la sociedad sobre esta, provocando que tengan conductas y actitudes negativas hacia la homosexualidad. Y por otro se encuentra el ocultamiento internalizado, este se produce a causa del miedo a ser rechazado por su orientación sexual, optando por ocultar su preferencia. Estas estrategias son resultantes de la opresión internalizada que sienten las personas pertenecientes a minorías sexuales (Rodríguez y Calle 2013)

El estudio perteneciente al autor Ortiz (2005), analiza la opresión internalizada que viven estas personas, mediante la recogida de información sobre varios aspectos:

- Situaciones de la vida cotidiana que les hicieran sentir diferentes por causa de su orientación sexual

- Observaciones de otras personas que les hicieran reconocerse diferentes por su preferencia sexual

- Pensamientos y sentimientos que les provocaron reconocerse diferentes

Por otra parte, también se investigó las experiencias homofóbicas referidas al rechazo hacía la homosexualidad, en ambientes de socialización primaria como pueden ser el hogar y en secundarios como puede ser el ámbito laboral, sectores públicos o la escuela, mencionados anteriormente.

Los resultados fueron que la mayoría de las personas LGB habían experimentado situaciones y experiencias discriminatorias, provocándole llevar a cabo las estrategias anteriormente explicadas. Su utilización se realizaba de una forma auto protectora, por

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miedo y temor al rechazo que podían experimentar sobretodo en determinadas situaciones como la familiar y la laboral (despidos, salidas del hogar) (Ortiz, 2005).

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5. Discusión

Este trabajo quiere aportar visibilización a una temática que ha estado muy poco estudiada e investigada. Se pretende mostrar el sufrimiento y malestar que están expuestos las personas que forman parte del colectivo LGTB. Demostrando como la discriminación y el rechazo hacia la homosexualidad tiene unas repercusiones en su salud mental muy importantes, que dificultan la vida de estas personas. Así también se ha querido presentar las estrategias que utilizan las personas homosexuales para pertenecer a la heteronormatividad, para evitar las consecuencias anteriormente nombradas.

Fortalezas

La información de este trabajo se ha recogido de una manera rigurosa y específica, diferenciándose en que se centra específicamente en las orientaciones sexuales no normativas (lesbianas, bisexuales, gais), para así poder hacer un análisis, dando respuesta a los diferentes objetivos planteados. Se aporta información de variadas fuentes y autores, para poder dar una perspectiva global acerca la temática escogida. Además, se ejemplifican los resultados y las conclusiones mediante cifras y datos numéricos, para que la visualización de las diferencias encontradas sea más fácil de comprender y entender.

Limitaciones

Por otro parte este trabajo está sometido al poco estudio que se ha hecho sobre la temática, dando lugar que la información que hay de ella es escasa y en determinadas ocasiones desactualizada, esto último es muy notorio en la terminología que hay dentro de la identidad sexual, puesto que cada vez hay nuevas denominaciones e identidades que se renuevan generacionalmente. Además, diversos estudios donde se comparan homosexuales vs heterosexuales no presentan una muestra considerablemente grande (<

30) afectando a sus resultados obtenidos. También hay que destacar que en alguno de los estudios sobre los que se ha realizado la revisión bibliográfica se aprecian estereotipos y prejuicios existentes sobre el colectivo.

En último lugar, una de las grandes consecuencias en el estudio de la diversidad sexual, es que esta también vigente el machismo que existe en la sociedad, haciendo que los pocos estudios realizados sobre las preferencias sexuales, sus protagonistas sean

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mayoritariamente hombres, provocando que la investigación de lesbianas y mujeres bisexuales sea muy reducida.

(28)

6. Conclusiones

En conclusión, podemos afirmar que, por un lado, las personas homosexuales tienen una mayor vulnerabilidad a presentar trastornos mentales (ansiedad, depresión, conductas e ideación suicida) en comparación con las personas heterosexuales. Estos resultados se explican mediante la teoría del estrés minoritario, las personas LGTB estarían expuestas en mayor medida a múltiples factores de estrés desde edades muy tempranas, como son las agresiones, el rechazo, las discriminaciones, los estigmas, etc. Provocando un aumento de angustia psicológica.

A pesar del impacto negativo que tiene en la salud mental el estigma social asociado a la homosexualidad, muchas personas pertenecientes a las minorías sexuales presentan una gran capacidad para revertir los efectos negativos de este estigma y su consecuente rechazo, manifestándose orgullosos de ser quienes son y desarrollando nuevas competencias a causa de las experiencias superadas, hablando así de resiliencia en las personas LGTB.

Por otro lado, la discriminación que padecen estas personas desde todos sus círculos de socialización (familiar, laboral, educacional, etc) provoca que empleen estrategias para pertenecer a la heteronormatividad, para no tener que experimentar las consecuencias que conlleva no pertenecer a ella. Se ha concluido que las más utilizadas son el rechazo y el ocultamiento internalizado de la propia orientación sexual.

Estas conclusiones, nos demuestran la importancia de intervenir en la diversidad sexual, haciendo un cambio para eliminar la discriminación existente hacia las personas del colectivo LGTB. Es necesario que, desde la infancia, se explique e informe sobre las diversas preferencias sexuales que pueden existir, fomentando el respeto hacia la diversidad.

Por este motivo, es importante que, desde los centros educativos, así como desde otros medios de socialización y comunicación, se creen y hagan programas sobre diversidad sexual para eliminar el desconocimiento existe y su posterior normalización.

Con el paso del tiempo la situación de las personas homosexuales ha mejorado, ha habido una evolución en cuanto a los derechos y las intervenciones positivas hacia la diversidad sexual, a pesar de esto, muchas personas siguen sufriendo diariamente por querer a la

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persona que aman, por este motivo es muy necesario que se siga avanzando hacia la igualdad en cuanto a preferencias sexuales.

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