• No results found

"Hay que ser muy necio para no fijarse en qué sentido se desarrolla el trabajo de los demás" 101, Guillaume Apollinaire.

La historia del arte tradicional es incompleta, ya que se ha escrito desde sólo un punto de vista concreto, promovido por las élites y las clases dominantes. El patrocinio del arte, se ha realizado a través de los encargos de la aristocracia y de la Iglesia, a la que se le sumaron más tarde la burguesía, y órdenes militares. En la actualidad, el padrinazgo es llevado a mano de las instituciones autonómicas y estatales, así como promovidos por algunas personalidades individuales. Es decir, los clientes que consumían el producto artístico, formaban grupos sociales dirigentes de carácter político, económico, cultural o espiritual. Por ello, la historia del arte hace un estudio longitudinal y faltaría realizarlo, según Hauser, transversalmente, estudiando las diferentes formas artísticas de cada estrato social. Estos estratos, definidos por Peter Burke, se dividen en los siguientes grupos: élites sociales, el arte popular y la cultura de masas. Estas

exdiputado conservador Felix Holtman, que había querido anular la compra de un Barnett Newman para la Galería Nacional de Otawa". Traducido de La Presse. Marie-Claude Lortie, 2009.

101 Guillaume Apollinaire, citado por Matisse (1978, p. 56).

64 diferentes agrupaciones se encuentran interrelacionadas y se influencian las unas a las otras, como veremos.

El arte popular está formado por los grupos sociales que no forman parte de las élites, como los artesanos de las ciudades, o los payeses y pastores de las zonas rurales. Uno de los ejemplos más comunes de este arte popular son los exvotos, que se daban como ofrenda en las iglesias y eran pintados por artistas no profesionales. Existen muchos otros ejemplos, como el amplio abanico de la artesanía, que son difíciles de nombrar en su totalidad, ya que las formas y fronteras del arte popular son imprecisas. Los proverbios, son una muestra de las interrelaciones que se descubren entre los diferentes tipos de arte. En el siglo XVI, los proverbios formaban parte de todos los grupos y se consideraban como patrimonio cultural de la humanidad. Y pese a que el reconocimiento de las diversas formas del arte popular, y su valor con respecto al arte de las élites, fueron variando a lo largo de la historia, se ha intentado definir su estilo. Las obras de arte popular, como los exvotos, suelen tener un valor simbólico en sus proporciones que no son naturalistas, y no poseen refinamientos o recursos ilusionísticos como la perspectiva. La pureza del arte popular, fue sobrevalorada en diferentes momentos de la historia como en el Romanticismo y también en el caso de los nacionalismos.

El arte de las élites, formado por grupos minoritarios de individuos socialmente superiores y con control político, es el configurador de la historia del arte tradicional. En el pasado, el poder político controlaba el poder económico y el cultural, y para demostrar su supremacía, el arte de las élites expresaba el deseo de ostentación y auto-adulación, a través de la temática bélica o del retratismo. Pero el público del arte de las élites fue ampliándose gracias al papel predominante que empieza a ostentar la burguesía en el siglo XIX. A través del auge del comercio, los burgueses fueron marchantes de arte y comenzaron la especulación artística, creando el sistema de las galerías privadas. "El amor al arte" 102, asociado a la ideología burguesa, era utilizado como un elemento de distinción social, un intento de delimitar un mundo propio e inaccesible para la mayoría.

102 Bourdieu (1966 y 1968), citado por Furió (1995, p. 143).

65 La cultura de masas es un conjunto de productos orientados al entretenimiento y a la evasión del público urbano masificado, formado por personas de cultura media, que se suele interesar en este campo siempre que su acceso sea fácil y cómodo. La cultura de masas forma parte de la industria del consumo y se rige por la ley de mercado, de la oferta y la demanda. Es decir, es un negocio. Con lo cual, el producto de esta cultura debe ser rentable y su propósito es el éxito comercial, independientemente de su calidad.

La sociedad de consumo y el avance de los procedimientos industriales, junto con la democratización de la cultura, han contribuido al desarrollo de la cultura de masas. Ésta puede contener aspectos positivos como negativos. Uno de los puntos en contra y que coartan las posibilidades del arte, es la falta de originalidad. Si la cultura de masas quiere abarcan el máximo de público posible, debe caracterizarse por la homogeneidad para gustar a todos. Esto irá en contra del principio de la diferencia y novedad en la creatividad. Por otra parte, esta amplia divulgación, permite llegar a gente que antes carecía de acceso a la cultura. Sin embargo, la cultura de masas, con este principio igualador, marginaliza las particularidades culturales y étnicas, fomentando el conservadurismo, basándose en un modelo pasivo y acrítico. Suele caracterizarse por fuertes emociones inmediatas y en lo posible, contra la reflexión ulterior. Es decir, la cultura de masas se acerca más al entretenimiento que al arte. Y por último, pero no menos importante, conforma un claro instrumento de control por parte del poder.

Pero no todo es negativo, ya que los avances tecnológicos han podido difundir obras de calidad a través de sus medios, como el cine o la televisión. Aunque gran parte del contenido de la cultura de masas se dedique a entretener, también encontramos crítica en sus obras, que pueden ir abriendo la mente al espectador. Al no estar en compartimentos estancos, las diversas culturas se influencian, y grandes obras maestras que formarían parte de la minoría intelectual se han ido incorporando a la cultura de masas, como películas de culto, los grabados de Goya, la música de The Beatles, o uno de los ejemplares más vendidos en literatura, El nombre de la rosa de Umberto Eco.

La solución la encuentran muchos, tanto Read, como Furió, en la pedagogía del pueblo. En el caso de la cultura de masas, si la élite formada por los intelectuales, participa en regular y

66 orientar dicha cultura a través de la crítica, aprovechando los medios de comunicación, podría educar al público mejorando la calidad artística de la cultura generalizada.