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En este apartado se describirán algunas de las dificultades que se presentaron en relación con la interpretación de los datos y la aplicación de la teoría de Brown y Levinson.

3.5.1 Los factores poder relativo y distancia social

Primero, es necesario hacer unas aclaraciones respecto a los factores sociales poder relativo y distancia social. A pesar de que hemos dado un valor determinado a estos factores en el análisis, hay que entender que estos valores no pretenden ser valores absolutos. Primero, puede ser problemático comparar estos factores de una situación a otra, incluso cuando los valores parecen ser iguales. Por ejemplo, el poder relativo entre los dos compañeros de piso en la primera parte de la encuesta (en la petición pedir que compre algo) no se considera necesariamente equivalente al poder relativo entre los compañeros de piso, que incluimos en la segunda parte de la encuesta (en la petición pedir que se lleve la basura). Como mencionan Brown y Fraser (1979), las condiciones que caracterizan la relación entre los individuos, como la distancia social o el poder social, no son rasgos de los individuos, sino que son factores contextuales que pueden modificarse según la situación (en Blum-Kulka y House 1989: 151). Es decir que los factores de distancia y poder, no pueden percibirse como valores

incambiables porque se modifican con la interacción con otros factores en el contexto.

Los mismos Brown y Levinson también admiten la dependencia contextual de los factores sociales. Dicen que otros factores del contexto entran en sus valores, por lo que la distancia o el poder sólo se descifra en el contexto con el acto específico (1987:

79). ¿Cuáles son estos otros factores, y cuál es la importancia que ellos tienen para la interpretación de la cortesía? Es difícil de determinar, y más de los datos escritos. En palabras de Bravo,

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[…] en un corpus de habla natural, el tema, los roles, la experiencia anterior, y el modo en el cual los participantes mismos definen la situación comunicativa influencian la interpretación de los “efectos de cortesía” (2004: 27).

Por la importancia del contexto al interpretar el enunciado y su cortesía, hemos optado por un análisis situacional de la petición en esta tesina. Aunque los factores poder relativo y distancia social son importantes en nuestro análisis, no se descarta que las situaciones sean particulares con características específicas que puedan influir en la composición de la petición y la interpretación de la misma.

Asimismo, somos conscientes de que personas de diferentes culturas pueden diferir en la importancia que asignan a estos dos factores. Diferencias en los valores que se asignan al poder relativo y la distancia social pueden resultar en diferentes

comportamientos de cortesía, con mayor o menor grado de deferencia o confianza, algo que se reflejará en el comportamiento lingüístico. Como manifiestan Blum-Kulka y House:

[…] members of different cultures might differ in their perceptions of social situations as well as in the relative importance attributed to any of the social parameters mentioned. Differences on both dimensions, in turn, might be linked to differences in behavior (en Blum-Kulka et al 1989: 137).

Para saber cómo los participantes noruegos y argentinos evalúan cada uno de los factores sociales, por ejemplo si el poder relativo del profesor en la primera situación en el DCT se percibe como medio o más alto, requeriríamos otro cuestionario en nuestra encuesta. Hacer este tipo de análisis, y luego relacionar los resultados con las expresiones lingüísticas que se han empleado en cada situación, supondría un análisis interesante, pero claramente demasiado extensivo para nuestro trabajo. Subrayamos, por tanto, que el valor de los factores sociales, se basan en evaluaciones subjetivas ya que son establecidos por nosotros.

Creemos, sin embargo, que las estrategias lingüísticas que los informantes emplean pueden ser indicios de la importancia que tienen estos factores para su manifestación de cortesía. Si por ejemplo, según nuestro juicio, la distancia social entre los

interlocutores en una situación específica es alta, y a pesar de ello los informantes emplean estrategias directas sin mitigación, ello puede ser un indicio de que

consideran la distancia social como más baja. Es decir que hay una posibilidad de que una estimación de la distancia social como más baja, signifique que la comunicación entre personas que no se conocen, se perciba como menos amenazante. Y que como

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una consecuencia de esto, los interlocutores no necesitan preservar sus imágenes negativas mediante las estrategias indirectas. Comentaremos este tema con mayor profundidad en el análisis en el capítulo 4.3.

3.5.2 La cortesía negativa frente a la cortesía positiva

Como hemos visto en el capítulo 2.3, son varios los autores que han cuestionado la universalidad del modelo de cortesía de Brown y Levinson. Sus críticas se centran sobre todo en la importancia que estos autores asignan a la imagen negativa y lo que amenaza esta imagen. A pesar de estas críticas, hemos seguido su modelo en este trabajo. Consideramos que es posible analizar la petición siguiendo su modelo sin llegar a conclusiones con influencias de la cultura inglesa: aunque la petición no se considere amenazante a la imagen negativa de la misma manera en todas culturas, consideramos que esta amenaza es universal en cierta medida. Es decir, frente a por ejemplo el cumplido, que claramente puede considerarse como un acto “halagador” de la imagen positiva del oyente (véase Kerbrat-Orecchioni en el apartado 2.3.1), y no como un acto que amenaza la imagen como dicen Brown y Levinson, no es muy común que la petición tenga esta función “halagadora”. Pedir algo significa siempre una obligación futura por parte del oyente de realizar una acción. Es decir que la petición afecta la imagen negativa del oyente. Si se percibe como amenazante a esta imagen o no, en contraste, dependerá de las interpretaciones que hagan los

interlocutores.

3.5.3 Los informantes

Por último, queremos subrayar que esta es una investigación sobre la cortesía verbal como empleada e interpretada por estudiantes de las dos culturas. Aunque el estudio puede darnos una idea de estrategias comunes en las dos culturas, los informantes son de un grupo específico, y no pueden ser representativos para los dos países en su totalidad. Además, puede haber afectado sus respuestas el hecho de que informamos a los estudiantes que se trataba de un estudio de cortesía. Asimismo, no omitimos la posibilidad de que los informantes provengan de varios distritos de los dos países, y que haya variaciones dialectales en nuestros corpus.

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4 La petición y los hablantes noruegos y argentinos

El presente capítulo está dedicado a exponer, analizar e interpretar los resultados de la primera parte de nuestra encuesta. Hemos organizado el capítulo de la siguiente manera: En el apartado 4.1 expondremos los resultados cuantitativos de la petición del DCT según su grado de directividad. En este apartado se verá cómo nuestros

informantes argentinos y noruegos varían sus estrategias lingüísticas según cada situación. Se evidenciará si optan por estrategias directas o indirectas, o si eligen no pedir. El apartado 4.2 consta de un análisis más profundo de la opción de no pedir. En 4.3 hemos expuesto las categorías en las que nos hemos basado para el análisis en el apartado 4.4. En ese apartado estudiaremos la mitigación de la petición. Analizaremos la mitigación sintáctica, léxica y externa de los hablantes, así como la posible

influencia de los factores sociales poder relativo y distancia social.