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Afrontar el duelo y la muerte en el aula. Programa de intervención preventiva en el segundo ciclo de Educación Primaria

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TREBALL DE FI DE GRAU

AFRONTAR EL DUELO Y LA MUERTE EN EL AULA. PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PREVENTIVA EN EL SEGUNDO CICLO DE EDUCACIÓN PRIMARIA.

Lidia Porras Jiménez

Grau de: Educació Primària Facultat de: Educació (Eivissa)

Any acadèmic 2020-21

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AFRONTAR EL DUELO Y LA MUERTE EN EL AULA. PROGRAMA DE INTERVENCIÓN

PREVENTIVA EN EL SEGUNDO CICLO DE EDUCACIÓN PRIMARIA.

Lidia Porras Jiménez

Treball de Fi de Grau Facultat de: Educació

Universitat de les Illes Balears

Any acadèmic 2020-21

Paraules clau del treball:

Educación para la muerte, duelo, muerte, programa de intervención, trabajo preventivo, miedo

Nom del tutor / la tutora del treball : Alberto Sánchez Pedroche

Autoritz la Universitat a incloure aquest treball en el repositori institucional per consultar-lo en accés obert i difondre’l en línia, amb finalitats exclusivament acadèmiques i d'investigació

Autor/a Tutor/a Sí No Sí No

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La educación no es cosa del maestro ni asunto de los padres, la educación es responsabilidad de todos. (Cantero, 2013)

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Agradecimientos

En primer lugar, quiero agradecer a todos los maestros/as y formadores/as que me han acompañado durante toda mi etapa educativa hasta el día de hoy. A todos los maestros/as que de una forma u otra han dejado huella en mi vida y en mi camino de la educación.

Por ello, les mencionó y les agradezco que hayan sido referentes, ejemplos a seguir, modelos y hayan hecho que continúe mi formación y siga mi camino. Todos ellos de una forma más o menos significativa han sabido valorarme y hacerme crecer como persona y como maestra.

En segundo lugar, quiero agradecer a todos los docentes que han formado parte de los cuatro años que dura el grado y que me han enseñado los conocimientos para ser maestra.

Los profesores/as de la UIB no solo nos han transmitido conocimientos, sino que nos han enseñado porque ser docente y me han hecho ver la gran responsabilidad que tengo dentro del mundo educativo. Además, me gustaría hacer una mención especial a Alberto mi tutor de TFG, gracias por apoyarnos y ser nuestro guía en un momento tan importante.

En tercer lugar, quiero agradecer a mis compañeros/as de universidad. Compartir estos cuatro años de grado con ellos ha tenido muchos beneficios, aunque también hemos tenido nuestros momentos. Además, me gustaría hacer una mención a mis compañeras Judit y Marta, que han estado al pie de cañón durante el proceso de TFG y durante las prácticas porque sin ellas muchos días no hubiera levantado cabeza.

Sin embargo, me gustaría hacer una mención especial a la persona que me dio la UIB y que se ha convertido en mi compañera de vida y pilar fundamental en el grado, gracias, Cristina. Porque sin ella, los trabajos, los exámenes, las tardes de estudio, las clases y las llamadas telefónicas apoyándonos emocionalmente no hubieran sido lo mismo.

En cuarto lugar, a María mi apoyo fundamental desde hace cinco años que hace que no me rinda nunca y ha estado levantándome cuando lo veía todo negro este TFG también te lo dedico y te doy las gracias. A mi grupo de básquet Andrea, Paula y Claudia, que han estado aguantándome con mis crisis de agobio y apoyándome hasta el final del presente trabajo, gracias.

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Por último, quiero agradecer el apoyo de mi familia. Ellos son el pilar fundamental de mi vida y a quién dedico todos mis logros porque son los que siempre están y estarán. Ellos son los que a pesar de todos mis errores y mis fallos me apoyan para conseguir mis éxitos y mis sueños. Lo mejor de mi vida, Papá, Mamá e Iván. Aunque me gustaría una mención especial a mis abuelas porque son mi suerte y las que me sacan una sonrisa con solo mirarme y se han alegrado tanto porque haya llegado hasta aquí.

Nunca pensé que llegaría el momento de cerrar estos cuatro años, lo veía tan lejos, pero ha llegado el fin de una etapa llena de emociones y experiencias inolvidables. Me siento afortunada y orgullosa de haber llegado dónde estoy y de haber conseguido mi sueño de ser maestra.

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Resumen

En el presente Trabajo de Fin de Grado (TFG) se aborda la realidad que encontramos en la actualidad sobre el tema tabú: la muerte y el duelo (Ji, Y. et al. 2017). Como indican Esquerda y Agustí (2010), Rodríguez Herrero, Herrán y Cortina (2015a, 2015b) y Colomo (2016) citados en Ramos Pla, A., y Camats i Guàrdia, R. (2017) en las aulas de educación infantil y primaria la muerte es un tema complejo de tratar y con dificultades a la hora de introducir el concepto a los alumnos debido al tabú moderno que conforma.

Los maestros no presentan una formación específica sobre el tema y por ello algunos rechazan la muerte como tema a tratar (Ramos Pla, A., y Camats i Guàrdia, R., 2017). En este trabajo se realiza un recorrido para entender la educación para la muerte y el duelo.

Además, se realiza un estado de la cuestión tratando los principales ejes teóricos que acompañarán y darán sentido al programa de intervención, debido a que van relacionados entre si. También, se analizan las características y actitudes que puede tener el alumnado para favorecer la elaboración del programa de intervención preventiva. Por lo tanto, se tiene en cuenta la educación para la muerte como una educación más que debemos enseñar al futuro alumnado en las aulas.

Abstract

This Final Degree Project (TFG) addresses the reality that we currently find on the taboo subject: death and mourning (Ji, Y. et al. 2017). As indicated by Esquerda and Agustí (2010), Rodríguez Herrero, Herrán and Cortina (2015a, 2015b) and Colomo (2016) cited in Ramos Pla, A., and Camats i Guàrdia, R. (2017) in infant and primary education classrooms death is a complex subject to deal with and with difficulties when introducing the concept to students due to the modern taboo it conforms. Teachers do not present specific training on the subject and therefore some reject death as a topic to be addressed (Ramos Pla, A., and Camats i Guàrdia, R., 2017). In this paper, a journey is made to understand education for death and bereavement.

In addition, a state of the question is made by addressing the main theoretical axes that will accompany and give meaning to the intervention program, due to the fact that they are interrelated. Also, the characteristics and attitudes that students may have in order to

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favor the elaboration of the preventive intervention program are analyzed. Therefore, education for death is taken into account as one more education that should be taught to future students in the classroom.

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ABREVIATURAS

TFG: Trabajo Final de Grado EPM: Educación Para la Muerte E-A: Enseñanza-Aprendizaje

EAP: Equipos de Asesoramiento y orientación Psicopedagógica EP: Educación Primaria

EI: Educación Infantil DA: Déficit de Atención CE: Comunidad Educativa

PGA: Programación General Anual de centro PDI: Pantalla Digital Interactiva

EE: Educación Emocional

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ÍNDICE

1. Introducción ... 11

1.1. Justificación ... 12

1.2. Objetivos ... 13

1.3. Metodología ... 14

2. Marco teórico ... 15

2.1. El currículum en relación con el duelo y la muerte en Educación primaria ... 15

2.2. Definición de duelo ... 16

2.2.1. Tipos de duelo ... 18

2.2.2. Fases del duelo ... 21

2.3. El concepto de la muerte en la sociedad actual ... 22

2.3.1. Comprensión del concepto de la muerte en niños/as de 9 a 12 años ... 23

2.3.2. Manifestaciones de un posible duelo en niños/as de 9 a 12 años ... 25

2.4. Educación para la muerte ... 26

2.4.1. Protocolo para introducir la EPM ... 28

2.5. Formación de los docentes para ejercer la EPM en las aulas ... 29

2.6. Análisis previo: recursos existentes para tratar la muerte y el duelo ... 30

3. Programa de intervención preventiva: Cómo afrontar la muerte y el duelo: ayudar al alumnado dentro del aula ... 32

3.1. Definición y justificación ... 32

3.2. Características del alumnado entre 9 y 12 años ... 33

3.3. Proceso de diseño y planificación ... 34

3.3.1. Comisión del equipo directivo, docentes y equipo de perdidas ... 35

3.4. Programa de intervención para el duelo en el segundo ciclo de Educación Primaria. Preparación al duelo (trabajo preventivo) ... 37

3.4.1. Comunicación y conocimientos previos ... 37

3.4.2. Objetivos, competencias y contenidos del programa ... 37

3.4.3. La actitud del maestro/tutor dentro de la Preparación al duelo ... 39

3.4.4. Itinerario del programa ... 39

3.4.5. Propuesta de actividades y recursos para trabajar dentro del aula ... 40

3.4.6. Evaluación del programa de intervención ... 57

4. Discusión y conclusión ... 58

5. Referencias bibliográficas. ... 62

ANEXOS ... 65

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ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Definiciones de duelo.

Tabla 2. Comprensión del concepto de la muerte.

Tabla 3. Pautas para la EPM.

Tabla 4. Elementos y aspectos relevantes del proceso de diseño y planificación.

Tabla 5. Propuesta de itinerario sobre el programa de intervención.

ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Las características del duelo.

Figura 2. Tipos de duelo.

Figura 3. Relación entre teorías sobre las fases del duelo.

Figura 4. Tareas en las distintas etapas del proceso de duelo.

Figura 5. ¿Qué es la muerte?

Figura 6. Esquema de relaciones entre los bloques temáticos que conforman el programa para la EPM, Preparación al duelo.

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1. Introducción

La muerte es un tema al cual, en la actualidad, sigue siendo tabú y esta nos espera como el final del ciclo de la vida. Es por ello, que los docentes deben actuar desde el campo educativo y acercar a los discentes a ver la muerte como un hecho natural. Con ello se podrá conseguir ayudarlos y alejarlos de sensaciones trágicas y traumáticas. La pérdida de un ser querido genera miedo e inseguridades, pero si se trabaja el concepto de muerte y se normaliza, se favorecerá de una manera positiva las emociones y sensaciones negativas (Savater, 1999 citado en Colomo, 2016, p.64)

Debido a la necesidad de poder dar una respuesta adecuada y satisfactoria al alumnado, además del apoyo emocional necesario, así como de generar pautas y recursos para solventar las dudas e inseguridades a la hora de tratar dicho tema, se va a confeccionar un programa de intervención preventiva. El programa está dedicado y centrado al segundo ciclo de Educación Primaria (EP) de 9 a 12 años. Se ha decidido centrar el programa en dicho ciclo de EP debido a que los niños/as tienen un estado madurativo y evolutivo más avanzado que a los 6 años de edad, esto implica generar respuestas a las preguntas de los discentes. Como comenta Sánchez, M. et al. (2019) en su libro Las cosas que no me cuentas, Piaget indica que los niños entres los 7 y 12 años se encuentran en la etapa de desarrollo a la cuál se le clasifica como la de las operaciones concretas. Además, Fieldman (2007) citado en Sánchez, M. et al. (2019) señala que en estas edades los niños tienen una lógica más elaborada y un menor egocentrismo y esto les permite abordar distintos aspectos de una situación, esto hace que se les despierte una cierta curiosidad.

Según, Kübler Ross (1996) citado en Guerra, et. al. (2018) se debería abordar el concepto de la muerte desde las edades tempranas, en Educación Infantil (EI) y durante la EP, es decir durante todas las etapas educativas para preparar al discente hacia la etapa adulta.

En este texto se encuentran diferentes apartados, en el apartado del marco teórico se puede observar el análisis del concepto de muerte y duelo desde diferentes constructos teóricos.

Se hace referencia a la necesidad de tratar dicho tema en las aulas y la previa formación de los docentes.

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Seguidamente, dentro del marco teórico también, se explican los principales ejes teóricos del Trabajo Final de Grado (TFG), dónde se encuentran los siguientes conceptos: el duelo, sus tipos y fases, la muerte (concepto), la Educación Para la Muerte (EPM), y entre otros aspectos relevantes que se analizan. Esto da paso, al programa de intervención preventiva dónde se desarrollan las diferentes actividades y estrategias, así como recursos para trabajar la prevención al duelo y la muerte. Hay que destacar que las “emociones” es un eje del trabajo que sirve para crear y llegar a dónde nos dirigimos: la educación y/o pedagogía de la muerte.

1.1. Justificación

La necesidad de focalizar la atención en este tema es debido a que, en la actualidad, la muerte está catalogada como un tabú social donde los niños/as y adolescentes se ven alejados/as, y los familiares tienen el objetivo de protegerles. En otras palabras, “La muerte provoca sufrimiento y, por tanto, origina emociones que no deseamos. Por este motivo, se evita hablar de la muerte y se elude de la vida cotidiana convirtiéndola en un tabú” (Ramos-Pla et al., 2018). Entendiendo este sufrimiento como un hecho o momento angustioso para el ser humano, los padres o familiares se convierten en la mayoría de los casos en sobre protectores, llegando a desfavorecer el desarrollo del niño/a. Además, en el TFG se aprovecha para tratar las diferentes actitudes y emociones que puede desarrollar el alumnado delante de una muerte o durante su proceso de duelo. Existen creencias de que los niños/as no perciben la muerte, pero se han realizado estudios e investigaciones donde se puede afirmar que estos perciben los sentimientos y emociones de las personas que les rodean (Gorosabel y León, 2016).

Por otro lado, enfocando la mirada en el duelo se observa que ambos conceptos van en relación, aunque es cierto que existen diversos tipos de duelo (ej. duelos emocionales) y no únicamente el duelo después de una muerte o previo a ella. El TFG, se enfoca al tratamiento previo al duelo y al trabajo preventivo del concepto de la muerte, así como situaciones de duelo. Además, en este trabajo otro de los ejes principales es la EPM. Se cree que es de vital importancia, igual que se enseña a vivir y se enseñan valores, conceptos, actitudes, etc (Cantero, 2013). El autor Osho (2004) citado en Cantero (2013) menciona, “nuestra cultura necesita tanto de una educación para la muerte como para la

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vida”. En los últimos, años hay autores que hacen hincapié en una EPM. La autora y psicóloga Cantero (2013) comenta:

Creemos que educar es enseñar a vivir: estar preparados, ser conscientes y responsables de la realidad que vivimos. Y con base en esto, es que entendemos la educación para la muerte, ya que quien aprende a morir es aquel que está vivo y al hacerlo obtiene un beneficio. (Cantero, 2013, p. 427)

En relación con la motivación a la hora de escoger dicho tema ha estado principalmente la reflexión personal que se desarrolló durante las prácticas. En el grupo de clase se encontraba una discente con la pérdida de un padre, y ella hizo que se cuestionara, el rol como futura docente. Cómo podía ayudarle a llevar el duelo y volver a esos sentimientos positivos. Aunque la pérdida no era reciente, los sentimientos en casa eran contagiados a la alumna y eso hacía pensar en que las emociones de los alumnos dependen de lo que expresan o reflejan sus progenitores o familiares próximos.

Además, desde pequeños la muerte es algo que da respeto o simplemente asusta. Es por ello, que es necesario tratar dicho tabú en las aulas igual que se puede tratar el sexo, la salud, la paz, etc. Con esto se hace referencia a que no hace falta que haya una pérdida para poner en práctica el concepto de muerte. El tema de tratar el concepto de muerte se ha visto motivado por algunos autores que señalan que “anticipar el concepto de muerte nos permite dar la oportunidad a los niños de aprender cosas sobre ella sin tener que gestionar, a la vez, todas las emociones que comportan el duelo” (Ramos-Pla y Camats y Guàrdia, 2017).

1.2. Objetivos

Asimismo, como todos los trabajos deben cumplir con una serie de objetivos marcados

“a priori” y que sirven como un punto en el horizonte donde queremos llegar o más bien conseguir a través de nuestro trabajo. Principalmente, se han marcado los siguientes objetivos:

- Presentar el concepto de la muerte al alumnado de EP.

- Guiar al alumno durante la formación preventiva de la muerte y el duelo.

- Acompañar al alumno en su proceso de una forma educativa y empática.

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- Motivar y acercar al alumnado a la EPM.

- Elaborar un Programa de intervención para la introducción de la muerte y prevención del duelo patológico/complicado.

- Reforzar la empatía y las emociones respecto al ámbito socioemocional del alumnado.

- Fomentar vínculos socioemocionales en el ámbito educativo y familiar.

- Facilitar pautas emocionales y educativas a los docentes para tratar el tema de la muerte y el duelo en el aula, ya sea en el ámbito educativo o familiar.

- Concienciar a la sociedad con la importancia de la EPM.

- Proponer recursos y actividades didácticas enfocadas en la EPM.

1.3. Metodología

En particular, con la realización del TFG se pretende elaborar un programa de intervención en el aula, concretamente dirigido al segundo ciclo de EP. Donde, los tres ejes teóricos serían: la muerte, el duelo y la EPM. En este programa se dan propuestas de actividades y recursos para trabajar, además se analizan aspectos del alumnado, así como sus características, actitudes y pautas para favorecer el desarrollo en el aula. El Programa se enfoca al trabajo preventivo sobre la muerte, se puede clasificar como, preparación al duelo. Se pretende aportar conocimiento y plasmar una realidad que hoy en día sigue haciendo falta que se trate, debido a que en las sociedades occidentales la muerte es algo que no se escucha con frecuencia. Así que, se podría clasificar el TFG dentro de la modalidad de “Programa innovador con recursos y actividades didácticas”.

La elaboración de este TFG ayudará o al menos ese es el objetivo principal, para facilitar a los docentes una serie de pautas desde la planificación y no desde la improvisación.

¿Por qué se dice lo de la improvisación? En algunos artículos se ha podido leer que es necesario tener un protocolo de intervención y de pautas, así como recursos didácticos, pero ya no solo para tratar la muerte cuando sucede una pérdida, sino para tratarla de una forma preventiva con una EPM de forma transversal con el resto de las materias. Además, para que el duelo del alumno no sea tan duro esta parte de la prevención beneficiará sus emociones y desarrollo.

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2. Marco teórico

2.1. El currículum en relación con el duelo y la muerte en Educación primaria

El currículum de les Illes Balears, abarca diferentes objetivos y finalidades, así como elementos transversales para llevar a cabo las diferentes materias y la formación de los diversos discentes. Analizando el currículum establecido actualmente se puede comprobar cómo el tema o contenido sobre la muerte es inexistente, así como, por ejemplo, temas que han sido tabú, la sexualidad sí que pueden apreciarse en dicho currículum. No obstante, según la Consejería de Educación y Cultura (2014), se considera como esencial la finalidad de la EP que establece el currículum dónde esta etapa ha de facilitar al alumnado los aprendizajes para su vida diaria, como pueden ser la propia identificación, la expresión, así como aspectos y vínculos socioemocionales. Además, cabe destacar que durante la EP los discentes deben desarrollar las habilidades sociales así como aprender a socializar y resolver conflictos de manera pacífica y mediante la palabra o prácticas restaurativas. No obstante, se deben tener en cuenta también los aprendizajes relacionados con la compresión oral y escrita, así como el cálculo matemático y los conocimientos básicos sobre cultura general. Los docentes deben fomentar la creatividad y hábitos de estudio y salud, para garantizar la formación integral de los discentes y el desarrollo del carácter interior y exterior. (Consejería de Educación y Cultura, 2014, p. 6)

Como se puede observar en las líneas anteriores se hace referencia a los diferentes aprendizajes y se considera que el/la alumno/a tiene que salir de la EP preparado/a para abordar la educación secundaria con éxito. También, es básico y se aprecia mencionado tener en cuenta la formación integral de la persona, así como de su desarrollo.

Por lo consiguiente, observando los objetivos del currículum se puede comprobar que en relación con el tema tratado en el TFG existe un único objetivo en el cual se puede abordar la muerte y el duelo. Dicho objetivo podemos verlo reflejado en el art.4 objetivo núm.14, dónde se hace referencia a desarrollar las capacidades emocionales y afectivas en los diferentes ámbitos de los/las alumnos/as y tratar temas como la violencia y los estereotipos de género, dónde podría verse incluido el tema de la muerte y el duelo (Consejería de Educación y Cultura, 2014, p. 8).

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Por otro lado, haciendo referencia al artículo 11 del currículum se pueden contemplar los elementos transversales donde no se hace referencia directa al concepto de la muerte y el duelo, pero se podrían introducir o desarrollar con una formación al profesorado continuada. Esta afirmación se refleja en las palabras de Eddy, Pierre, Alles y Monismith (1983) citados en Gorosabel-Odriozola, M. y León-Mejía, A. (2016, p. 103), se puede afirmar que si los docentes fomentaran las habilidades emocionales y sociales en relación con la pérdida, los alumnos se verían favorablemente ayudados y preparados para afrontar las diversas emociones que pueden surgir durante el duelo. Es por ello, que creen necesaria la EPM y el tratamiento de las pérdidas desde la EI.

Por lo tanto, el tema de la muerte y el duelo y la relación con el currículum es bastante estrecha. Este hecho carece de la necesidad de reforzarse, debido a que el alumnado tiene que ser consciente de dicho concepto y de su importancia, así como se tiene consciencia de otros temas tabúes. Según indican De la Herrán (1998), Poch y Herrero (2003) y De la Herrán y Cortina (2006) citados por Ramos Pla, A., et al. (2020), la inclusión de la muerte en el currículum de EP favorece a la creación y diseño de un programa didáctico/pedagógico de carácter preventivo, para formar a los discentes con una conciencia crítica y real sobre la finitud humana.

2.2. Definición de duelo

Existen diversas definiciones sobre el concepto duelo que se han ido elaborando a lo largo de los años por diferentes autores. El hecho de perder a un ser querido, a una mascota, a un amigo, o un objeto valioso, suponen un proceso de duelo. La pérdida para el ser humano supone un sufrimiento y una reorganización de nuestra vida sin aquello que hemos perdido. Es por ello, que cuando se da cuenta la persona de lo que ha perdido comienza su proceso de duelo, dónde experimenta diversas ideas, sensaciones y sentimientos, los cuales conducen a un estado de confusión (García Brisach, I., y Calvo García, P., 2012).

A raíz de realizar una serie de investigaciones en diferentes artículos se han recogido diferentes definiciones que citan, García Brisach, I., y Calvo García, P. en la Guía del duelo en el ámbito escolar (2012):

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Tabla 1. Definiciones de duelo.

Representante Definición DSM-IV-TR

(APA, 2005)

El concepto de duelo se entiende como la reacción que genera el individuo cuando sufre una pérdida de una persona cercana. Está reacción se ve caracterizada con síntomas como, por ejemplo, tristeza, insomnio, autoestima baja, etc.

Bucay (2004) El duelo se elabora tras una pérdida y es caracterizado como un proceso normal que genera el individuo que la sufre. El individuo que sufre la pérdida se enfrenta a una adaptación de la nueva realidad sin la persona cercana o el ser querido.

De la Fuente (2002, citado en Cruz 1989)

El proceso de duelo se caracteriza como emocionar y conductual, dónde el individuo genera cambios constantes en el carácter del individuo que ha sufrido la pérdida del objeto o persona. Los cambios de actitud dependen del apego hacia el objeto o persona, así como del propio significado hacia el individuo.

Freud (1971) Hace referencia al duelo como la reacción que muestra el individuo hacia su interior y exterior a causa de la pérdida del ser querido o de una pérdida en relación como, por ejemplo, con la patria, la libertad, etc.

Nota. Explicación y definiciones de diferentes autores sobre el concepto de duelo. Adaptado de “Guía del duelo en el ámbito escolar” por García Brisach, I., y Calvo García, P. (2012).

En las definiciones, expresadas en la tabla anterior se puede observar como coinciden en que el duelo es un proceso delante de una pérdida significativa y que es un proceso normal que tiene que realizar la persona para poder superar la pérdida. Además, se puede comprobar como en las definiciones se comentan los diferentes sentimientos que puede generar la pérdida debido al hecho de que la persona/el objeto/el animal ha dejado de existir.

Por lo tanto, la pérdida, como se ha mencionado anteriormente puede ser sobre un ser querido, un objeto, animal, etc. Es por este motivo, que el ser humano desarrolla diversos sentimientos de dolor porque se ve obligado a afrontar la nueva realidad.

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Sin embargo, el duelo en sí presenta diferentes aspectos delante de las pérdidas más significativas que puede experimentar el ser humano.

Figura 1. Las características del duelo. Adaptado de “Guía sobre el duelo en la infancia y en la adolescencia: Formación para madres, padres y profesorado.” porArtaraz, B., Sierra, E., González, F., García, J.A., Blanco, V., y Landa, V. (2017).

Una vez han sido plasmadas las características generales del duelo, a continuación, se observan los distintos tipos de duelo que pueden desarrollarse en los discentes o en cualquier ser humano.

2.2.1. Tipos de duelo

El duelo como se ha mencionado en el apartado anterior es caracterizado por ser un proceso de sufrimiento y dolor. Como explica, Gorosabel-Odriozola, M. y León-Mejía, A. (2016), “el duelo nos hace sentirnos sumamente afligidos, débiles, indefensos e impotentes”. Estas palabras hacen referencia a que el proceso puede dirigirse por distintos caminos y ser de un tipo u otro dependiendo de la situación, sensaciones y sentimientos de la persona afectada.

En ocasiones, se ha creído que los niños/as no experimentan el duelo o que no crean el proceso, pero la práctica clínica ha deducido que los niños/as por el contrario sí que lo experimentan y, es por ello por lo que hay que estar alerta de los posibles signos

El duelo es un proceso

NORMAL Reacciones ante las pérdidas

SOCIAL Ayuda el contacto con los iguales

ÍNTIMO Cada persona es diferente y lo interioriza diferente ACTIVO Y DINÁMICO

Cambios de sentimientos y emociones

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alarmantes e incluirlos (en la medida de lo posible), en los rituales familiares (Gorosabel- Odriozola, M. y León-Mejía, A., 2016).

Por otro lado, las diversas conductas de alarma, sentimientos, acciones, síntomas, momentos o signos, que puede generar una persona delante del proceso de duelo, ayudan a clasificarlo según sus tipos y características. Existen diversas clasificaciones, pero se ha hecho una investigación y clasificación para mostrar los tipos más generales y significativos que pueden aparecer ante pérdidas en el alumnado.

Según, Soler, R. et al. (2020) nos indican la siguiente clasificación sobre los diversos tipos de duelo:

- El duelo anticipatorio, explica que este duelo se comienza a generar o preparar antes de que se produzca la pérdida, de esta manera la persona se enfrentará al proceso más preparada psicológicamente.

- El duelo retardado, una vez ha pasado la pérdida y la persona se ha enfrentado a la realidad, genera el sentimiento y la sensación de soledad. Durante el momento de la pérdida, la persona no ha generado sentimientos notables y es por ello que estos sentimientos escondidos aparecerán más adelante.

- El duelo ambiguo, se ve reflejado ante una situación de una pérdida sin explicaciones, como, por ejemplo, una desaparición.

- El duelo patológico o complicado, en este duelo pueden existir patologías previas como, la depresión, ansiedad o conductas disfuncionales. Este es uno de los duelos que más problemas puede causar a la persona debido a que puede llevar al consumo de estupefacientes o alcohol.

- El duelo crónico, la persona no se recupera de la pérdida y constantemente tiene sentimientos de inseguridad y desconfianza ante la sociedad.

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Haciendo una mención destacable, al duelo patológico, debido a que este implica unas sensaciones y sentimientos de sufrimientos elevados y angustiosos dónde el discente presenta dificultades sociales, emocionales y cognitivas (Worden, 2009, citado en Gorosabel-Odriozola, M. y León-Mejía, A., 2016).

Cabe destacar que, debido a la situación actual de la pandemia, COVID-19, se ha generado un gran impacto en los procesos de duelo ante las pérdidas significativas y ha desarrollado más dificultades y problemas a la hora de procesar los distintos tipos de duelo (Soler, R. et al., 2020).

En la figura que se observa, a continuación de estas líneas, se puede ver reflejado de una manera más esquemática y visual los tipos que se engloban ante una pérdida significativa.

Figura 2. Tipos de duelo. Recuperado de “Guía duelo. Apoyos en proceso de duelo.” porSoler, R. et al.

(2020).

De acuerdo con los tipos de duelo que han sugerido diversas publicaciones juntamente con sus respectivos autores, se requiere de unas fases para superar el proceso, las cuales han sido analizadas en el siguiente apartado.

Tipos duelo de

1- Duelo Anticipatorio

2- Duelo Retardado

3- Duelo Ambiguo 4- Duelo

Crónico 5- Duelo

patológico o complicado

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2.2.2. Fases del duelo

Como la mayoría de los procesos que experimentan los seres humanos tienen una serie de fases por las que pasan diferentes momentos, sensaciones, sentimientos y conductas.

En los apartados anteriores, se ha mencionado que cuando un discente o una persona pasa por una pérdida, significativa o no, se enfrentan a un proceso de duelo con unas características determinadas y con unas fases a las que tiene que enfrentarse para superarlo.

Los docentes, como acompañantes de los discentes deben estar preparados y formados, es decir, conocedores de las diferentes fases a las que puede enfrentarse un/a alumno/a, de esta manera será más fácil comprender y entender a quién se está acompañando.

Por consiguiente, diferentes autores como, por ejemplo, Bowlby o Kübler-Ross, hablan de las diversas fases que comprende el proceso de pérdida. Estas fases hacen referencia a los diferentes momentos por los que pasa la persona afectada. Como indica Soler, R. et al. (2020) algunos autores como William Worden definen el proceso de duelo en etapas en las cuales las personas afectadas tienen que realizar diversas tareas.

No obstante, haremos referencia a las cinco fases que el autor Kübler-Ross específico en su libro, Sobre la muerte y los moribundos (1989). Antes de comenzar la explicación de cada fase, cabe destacar que las fases no han de seguir el orden establecido, debido a que no siempre se cumplen todas las fases (Kübler-Ross, 1989). Las fases establecidas son las siguientes:

o Primera fase, negación y aislamiento, la persona ha sido consciente de la pérdida y entra en un estado de shock, dónde niega y no acepta lo sucedido.

o Segunda fase, indagación e ira, la persona desarrolla sentimientos de impotencia al salir de la primera fase, los cuales se convierten en sensaciones de enfado e ira.

En esta fase, la persona suele culpar a un elemento externo o interno.

o Tercera fase, negociación o pacto, la persona empieza a pactar o negociar con agentes externos o con deseos internos, con el fin u objetivo de crear esperanza en el proceso de duelo.

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o Cuarta fase, depresión, la persona ha sido consciente de la pérdida que está sufriendo y comienza a desarrollar sentimientos de tristeza y aislamiento.

Comienza a prepararse para aceptar la pérdida y retomar la realidad, en ocasiones, las personas que están en esta fase se sienten mejor si les acompañas en silencio.

o Quinta fase, aceptación, la persona acepta la pérdida y comprende que lo que se ha ido no va a volver. Comienza un nuevo camino y una nueva realidad, aunque queden síntomas de dolor.

En el anexo A (véase figura 3), se puede observar un esquema detallado de las diferentes fases de Kübler-Ross junto a las tareas que propone William Worden, es una comparación que sirve para observar la relación que existe entre ambas modelos sobre las fases del duelo. Conjuntamente, en el anexo B (véase figura 4), se puede observar las tareas de William Worden de una forma más detallada.

Una vez analizadas las fases del duelo, se puede dar paso a tratar el concepto de la muerte desde una perspectiva actual. En el siguiente apartado, se puede ver reflejado cómo la sociedad mira hacia otro lado cuando se trata de la muerte o intenta esconder y ocultar estos hechos a los más pequeños.

2.3. El concepto de la muerte en la sociedad actual

En la sociedad actual del siglo XXI, la muerte está considerada como un tabú social, debido a que los seres humanos prefieren evitar el tema o mirar hacia otro lado. Debido a la situación actual por la que está pasando la sociedad causada por la pandemia, son momentos complicados, ya que ha generado un mayor miedo e inseguridad sobre la vida y la muerte. El virus ha hecho que se privatice de libertades sociales a la comunidad en la que se reside, actividades suspendidas, cierre de hostelería, etc. (Soler, R. et al. 2020).

La muerte se ha hecho más visible debido a la cantidad de muertes que ha dejado la pandemia durante su paso y es un paso que los docentes y formadores deberían aprovechar para educar para la muerte. Sin embargo, antes de la pandemia y hoy en día, como señala Cantero (2013), “vivimos en una sociedad que niega la muerte”. Se hace referencia a esta expresión porque los seres humanos no quieren ver la muerte como algo que puede ocurrir y prefieren no tener esa consciencia, la sociedad tiene miedo a la

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muerte. Como mencionaba Simón y Barrio (2006) citados por Cantero (2013), “la sociedad española debe romper el tabú de la muerte, pues, si la muerte forma parte de la vida tenemos que aprender a hablar de ella con libertad”. Pero, según diversos autores como Bauman (2007) y De la Herrán y Rodríguez (2015), el ser humano ha temido desde siempre a la muerte, es decir, miedo a lo que desconoce, y es un miedo que hace que se evite romper con ese tabú social (Cantero, 2013).

En esta línea, cómo comentan De la Herrán y Cortina (2007) citados por Ramos-Pla, A.

et al. (2020), “en la sociedad occidental, la muerte se ha recubierto de negatividad y miedo”. Se cree que por este motivo la sociedad se ha alejado de la muerte y de su introducción en la vida diaria del ser humano.

De esta manera, la muerte y educar para la muerte es una forma o manera de aprender a vivir y los docentes deben romper el tabú social que distancia a los discentes de la comprensión y conciencia sobre el tema (Ramos-Pla, A., y Camats y Guàrdia, R., 2017).

En los próximos puntos, se puede observar cuáles son las actitudes o percepciones que pueden tener los discentes sobre la muerte y qué manifestaciones sobre un posible duelo pueden comprobar los docentes en los/las alumnos/as. Además, una vez analizado el concepto de la muerte en la sociedad se pueden comprender las actitudes de los niños/as.

2.3.1. Comprensión del concepto de la muerte en niños/as de 9 a 12 años Las actitudes que pueden generar los niños/as pueden manifestarse de diversas formas según la edad y la etapa evolutiva. La muerte está constituida por diversos elementos que pueden afectar a la comprensión de esta según la edad del niño/a. En la figura 5, se pueden ver estos factores de una forma esquemática.

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Figura 5. ¿Qué es la muerte?. Adaptado de “Guía sobre el duelo en la infancia y en la adolescencia:

Formación para madres, padres y profesorado” porArtaraz, B. et al. (2017).

Además, las reacciones ante la muerte o su conocimiento pueden generar en el discente, sentimientos emocionales distorsionados, así como desarrollar ansiedad, desesperanza, miedo y soledad (Cantero, 2013). Según Artaraz, B. et al. (2017) en la guía sobre el duelo en la infancia y en la adolescencia, que presenta las siguientes actitudes de los discentes a partir de los seis se puede comprobar como varía en función del desarrollo de la etapa evolutiva.

Tabla 2. Comprensión del concepto de la muerte.

A partir de los seis años…

1. Cuestionamiento de la muerte de otros y la suya propia. A partir de 11 o 12 años, tienen consciencia de lo que puede ser su propia muerte y la de otros.

Aparece el miedo de perder la vida y a sus personas más cercanas.

2. A partir de los 7 años, son conscientes del concepto de “no funcionalidad” y

“irreversibilidad” tras la muerte.

muerte La es

Universal

Irreversible

funcionalidadNo Incontrolable

Final del ciclo de la vida

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3. A partir de los 6 y 7 años, la fantasía y ficción desaparece, y comprenden la realidad de la muerte o de que la persona que ha fallecido no regresará.

4. Gran curiosidad, se cuestiona todo aquel pensamiento, con el objetivo de dar respuestas a las inquietudes.

5. Las amistades pueden perjudicar su actitud al ver a la víctima afectada por la pérdida como alguien diferente.

Nota. Explicación sobre los puntos característicos de como comprenden los niños/as el concepto de muerte a partir de los seis años. Adaptado de “Guía sobre el duelo en la infancia y en la adolescencia:

Formación para madres, padres y profesorado” porArtaraz, B. et al. (2017).

La tabla anterior refleja algunas actitudes recogidas por expertos y especialistas en los ámbitos de la salud y la educación. Además, como menciona Kroen (2002) citado por Gorosabel-Odriozola, M. y León-Mejía, A. (2016), se cree que durante los primeros 18 años de la vida de un niño/a presencia diversas muertes, ya sean reales o ficticias en los diferentes ámbitos de la vida.

2.3.2. Manifestaciones de un posible duelo en niños/as de 9 a 12 años

Los docentes debido a la desinformación o poca formación sobre el tema de la muerte y el duelo, presentan dificultades a la hora de reconocer si el niño/a se encuentra en un proceso de duelo. Los discentes presentan diversas variaciones en sus manifestaciones debido a que no son como los adultos. Comprenden una alteración de las emociones y de las conductas de carácter elevado, así como presentan dificultades para expresarse y comprender que les está ocurriendo (Gilart, C. y Esquerda, M., 2015, p.19). Todas las alteraciones a las que se hace referencia dificultan en los docentes y en otros profesionales que acompañen al discente a reconocer si está pasando por el proceso de duelo.

Por consiguiente, se han recogido las manifestaciones más frecuentes del duelo que pueden presentar los discentes en la edad escolar (6 a 12 años), y para ello las autoras Gilart, C. y Esquerda, M. (2015, p.20) destacan las siguientes:

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- Las actitudes que se generan con mayor frecuencia son la tristeza y el acompañante (el llanto). Sin embargo, hay individuos que no presentan dichas actitudes.

- La ansiedad, la preocupación o el miedo, son elementos que durante el duelo son frecuentes y comunes en los individuos.

- El sentimiento de culpa puede afectar a la actitud del individuo, y se cree que esté puede estar asociado a la realidad que vive el individuo durante la pérdida.

- El comportamiento o las conductas sufren variaciones y cambios durante el proceso de duelo, puede ser tanto en la escuela como en casa. Es por ello que el Déficit de Atención (DA) puede verse afectado negativamente.

- Los síntomas que se pueden generar durante el proceso de duelo podrían ser: el dolor de cabeza, pérdida de apetito, autoestima baja, etc. Además, el individuo que sufre el proceso de duelo puede percibir a la persona fallecida, creyendo que esta presente.

Una vez presentadas las actitudes y manifestaciones frente al duelo y la muerte, se da paso a las diferentes teorías, modelos e investigaciones sobre el duelo llevadas a cabo por los principales investigadores del tema tratado. De esta forma se puede tener una visión más amplia del tema y una perspectiva diferente.

2.4. Educación para la muerte

En la educación formal que existe en la sociedad occidental, la EPM carece de inclusión e importancia dentro de las aulas de EI y EP. Esta afirmación la podemos ver plasmada en la reflexión que realizó Arnaiz sobre la importancia de que en la escuela se deje de educar para ser inmortales, y se haga referencia a una educación que conciba la muerte, orientando en todos los aspectos al alumnado (Arnaiz, 2003ª; 2003b, como se citó en Cantero, 2013).

Algunos autores como Verdú (2002), Osho (2004) citados por Cantero (2013, p.429) afirma que “una enseñanza sin muerte es la muerte absoluta de la enseñanza, porque no tratar de lo que más importa descalifica a cualquier institución sobre el saber”. Con esta afirmación, se hace referencia a que se tiene que ofrecer y enseñar una EPM que ayudará

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a entender y comprender el hecho de morir y vivir, los alumnos obtendrán la ventaja y el poder de vivir desde una perspectiva diferente.

En puntos anteriores, como, por ejemplo, el 2.1 del presente TFG, se han visto relacionados los conceptos de muerte y duelo con el currículum de EP, dónde se ha podido comprobar la no inclusión del tema a tratar, como es la EPM. Sin embargo, si que se han podido observar elementos transversales para trabajar temas como: la sexualidad, la violencia, la paz, etc. ¿Pero a qué se quiere hacer referencia cuándo se habla de la EPM?

Según De la Herrán y Cortina (2008) en el artículo La educación para la muerte como ámbito formativo: más allá del duelo, definen la EPM como:

Esto es una apertura para la formación que se apoya y construye desde la muerte como un ámbito de extraordinario potencial formativo. Es un camino para conectar la educación ordinaria con educación para la conciencia, una rama de este árbol mayor. Desde ella se intentan dar pistas para replantear el sentido de lo que hacemos, tanto en la comunicación didáctica cotidiana como en los momentos que debemos asumir una muerte cercana. (De la Herrán y Cortina, 2008, p. 411)

Por consiguiente, siguiendo las líneas teóricas que exponen De la Herrán y Cortina (2008), la EPM ayuda tanto al docente como al discente a elaborar un duelo menos doloroso por trabajar la muerte desde una perspectiva preventiva y como una rama más de la educación ordinaria. Además, cabe destacar que ofrecer una EPM puede favorecer el desarrollo cognitivo del discente frente a la muerte y frente al hecho de aprender a vivir, como hemos ido mencionando en párrafos anteriores. Según Fernández Hurtado (2013) citado por Ramos-Pla, A. et al. (2020), tener la oportunidad de poder anticipar la muerte de un familiar o una mascota es uno de los factores de protección que el entorno puede propiciar para favorecer un buen duelo al discente. Volviendo de nuevo al mismo punto de siempre es necesario y beneficioso poder tratar el concepto de la muerte con una normalidad absoluta y sin barreras.

Una vez, se ha entendido el concepto de EPM, se puede dar paso a cómo trabajar este tipo de educación dentro del aula, es decir, los aspectos que se han de tener en cuenta a la hora de realizar actividades y poner en marcha recursos didácticos.

(28)

2.4.1. Protocolo para introducir la EPM

Los centros escolares, así como los docentes deberían de ser conscientes sobre un protocolo para introducir y poner en marcha la EPM (De la Herrán y Cortina, 2008).

Además, el protocolo servirá para saber que se debe tener en cuenta a la hora de trabajar, en este caso, la EPM, así como los aspectos más relevantes y recurrentes que no se deben olvidar a la hora de ejecutar el proyecto.

En apartados anteriores, se hacía referencia a que en el currículo se establecen los contenidos y aprendizajes que hay que aprender en las diferentes etapas educativas, pero que en ningún currículo se hace referencia específica, ni se dedica un apartado concreto a la formación sobre la muerte (De la Herrán y Cortina, 2008, p. 410).

Siguiendo a los autores De la Herrán y Cortina (2008), cabe destacar que para introducir una EPM correctamente se debe hacer siguiendo dos enfoques: el preventivo y el paliativo. En el presente TFG, nos centraremos en el enfoque preventivo, de esta forma se establecerán distintas pautas para hacer una EPM de manera adecuada. Sin embargo, como en toda enseñanza se requiere de unos principios didácticos, para la EPM, De la Herrán y Cortina (2008, p.412) proponen los principios de:

- Principio de coherencia y ejemplaridad.

- Principio de interiorización y evolución humana.

- Principio de calidez y claridad para la calidad.

- Principio de evitación de la falta de respeto a través del adoctrinamiento.

- Principio de naturalidad y respeto didáctico a los descubrimientos y elaboraciones del niño.

- Principio de duda y autoconstrucción.

- Principio de flexibilidad y adecuación.

- Principio de evaluación formativa global y mediata.

Por consiguiente, los docentes han de tener muy presente las propias reflexiones sobre la muerte y romper con los tabúes de la sociedad. De esta manera la EPM debe ser un objetivo común y estar consensuado por el centro educativo al completo, además debería

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de ser una educación incluida dentro del sistema educativo de la sociedad (Ramos-Pla, et al., 2020).

Por otro lado, para el desarrollo de una EPM de calidad y eficaz, se debe realizar a través de temas transversales o de las diferentes áreas que conforman el currículo, además de ser una formación continuada (De la Herrán y Cortina, 2008). Por ello, según los mismos autores que mencionaba anteriormente en los principios didácticos, se deben seguir unas técnicas de enseñanza o también llamadas pautas desde un enfoque preventivo:

Tabla 3. Pautas para la EPM.

Pautas para la EPM

1. Partir de los contenidos educativos de las áreas curriculares, enriquecidos con los transversales consensuados.

2. Elaborar desde la idea de muerte, mejor que hacia ella, sin aumentar o precipitar su presencia.

3. Razonar con naturalidad, evitar prejuicios, esquemas y las muletillas predeterminadas.

4. Comunicar con sensibilidad.

5. Buscar el desarrollo del sentido reflexivo crítico, autocrítico y transformador.

Nota. En esta tabla se facilitan una serie de pautas para introducir la EPM en el aula. Recuperado de “La educación para la muerte como ámbito formativo: más allá del duelo” porDe la Herrán y Cortina (2008,

p.414).

Después de haber realizado una visión sobre los aspectos más relevantes y las pautas que hay que tener en cuenta, se procede a comprobar la realidad sobre la formación de los docentes en las aulas.

2.5. Formación de los docentes para ejercer la EPM en las aulas

Los/-as maestros/-as de EP y EI tienen como principal responsabilidad u objetivo, ser un guía o acompañante del discente en su proceso de aprendizaje, así como favorecer de manera significativa su desarrollo integral y cognitivo. Además, los docentes deben estar en constante actualización y formación, debido a los cambios también que van

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apareciendo en el sistema educativo. La enseñanza que debe comunicar y transmitir al discente debe conseguir su éxito, además debe poder disfrutar de una educación de calidad (Consejeria de Educación y Cultura, 2014).

Haciendo referencia a la formación sobre la EPM, Ramos-Pla, et al. (2020) mencionaba en su artículo a otros autores como, Serra Llanas (2014), Rodríguez Herrero, Herrán y Cortina (2015), Delgado y Ximena (2016), Colomo y Cívico (2018), que destacaban la misma idea sobre que los docentes de hoy en día carecen de la formación para poder poner en práctica los conocimientos sobre la muerte. Y esto se debe destacar de forma que es necesaria una formación de carácter pedagógico profunda y que establezca relaciones y vínculos entre los docentes y la realidad sobre la finitud humana.

Como argumenta Kroen (2002) citado en Feijoo y Pardo (2003, p.53), los discentes deben poder completar su aprendizaje conociendo el concepto de la muerte, ya sea mediante experiencias o vivencias que pueden aparecer a lo largo de su vida. Además, los docentes deben ayudar a todo aquel alumno/-a que necesite apoyo tras una pérdida o estén pasando por un momento delicado, por ello deben beneficiarse de la formación sobre la educación para la muerte y constantemente actualizarse sobre las pautas y estudios que sugieren los especialistas.

En ocasiones, los docentes pueden sentirse desconcertados o sin saber qué responder, o cómo apoyar al alumno, así como presentar dificultades a la hora de comprender el dolor que está sufriendo. Por este motivo, se ha de fomentar y favorecer la formación sobre la EPM en los docentes y en los centros educativos (Feijoo y Pardo, p.54). Sin embargo, existen guías y manuales que se han ido mencionando, para la formación/preparación de las familias, docentes y todo aquel que quiera consultarlas.

2.6. Análisis previo: recursos existentes para tratar la muerte y el duelo

Como se ha podido comprobar en el apartado anterior, los docentes carecen de formación sobre la muerte y en las aulas no se muestra la realidad sobre la finitud humana. En las aulas o en el centro escolar cualquier docente en algún momento de su carrera profesional

(31)

puede encontrarse con una situación donde tenga que afrontar el concepto de la muerte o el duelo de un discente. Sin embargo, si no disponen de una previa formación nacerá la necesidad de informarse a través de recursos pedagógicos o formaciones rápidas.

Por ello, se ha realizado una búsqueda previa al desarrollo del programa de intervención preventiva, dónde se han encontrado variedad de recursos y herramientas pedagógicas expuestas por diferentes autores. La Comunidad Educativa (CE) en la que se desarrolla el proceso de Enseñanza-Aprendizaje (E-A) de los discentes de la sociedad occidental, se puede observar y encontrar diversos materiales a través de ficheros en web, además de tener una bibliografía amplia para la búsqueda de recursos.

Por un lado, se pueden encontrar guías sobre el duelo y la muerte que contienen recursos y pautas para tratar el tema, como ejemplo, se puede mencionar la “Guía sobre el duelo en la infancia y la adolescencia: Formación para madres, padres y profesorado” elaborada por Artaraz, et al. (2017). En esta guía, se muestran actividades didácticas, así como materiales y bibliografía necesaria.

Por otro lado, autores como Ramos-Pla, et al. (2018) y Colomo (2016), proponen una serie de actividades didácticas basadas en los cuentos, juegos, talleres narrativos, talleres cooperativos, proyectos en la naturaleza, etc. Sin embargo, como destaca y defiende Colomo (2016), los cuentos pueden ser un gran aliado para tratar la muerte debido a que este instrumento pedagógico es beneficioso dentro de las aulas y pueden ser utilizados en cualquier momento y desde diferentes perspectivas.

Una vez, se han visto qué tipo de recursos existen se puede dar paso a la creación del programa de intervención preventiva, donde gracias a estos conocimientos previos podrán diseñarse las diferentes propuestas didácticas.

(32)

3. Programa de intervención preventiva: Cómo afrontar la muerte y el duelo:

ayudar al alumnado dentro del aula

3.1. Definición y justificación

Una vez se han analizado los diferentes ejes y constructos teóricos que aparecen y que forman el marco teórico, se pretende elaborar un programa de intervención preventiva enfocado al segundo ciclo de EP, como preparación a un posible duelo. El objetivo principal de dicho programa es prevenir el duelo complicado o patológico e introducir y normalizar el concepto de la muerte. El programa que se va a presentar establece una propuesta de itinerario dónde se recogen una serie de sesiones con sus respectivas actividades, dichas actividades van acorde con el bloque teórico a tratar. El itinerario que se pretende seguir establece tres bloques de trabajo: Bloque I. Introducción al concepto de la muerte, Bloque II. Normalizar y entender la muerte como concepto de vida y, Bloque 3. Comprender el ciclo de la vida.

Además, la elaboración de este programa se ha visto impulsa y reforzada por autores ya mencionados anteriormente como, Kübler-Ross (1989), Kroen (2002), Cantero (2013), Colomo (2016) y Ramos-Pla, et al. (2020), dónde todos ellos defienden y impulsan la necesidad de educar para la muerte. En sus respectivos artículos se ha podido ver reflejada la importancia de incluir un programa de intervención en las aulas para entender y normalizar la muerte. También, autores como Fernández Hurtado (2013) citado por Ramos-Pla, A. et al. (2020), señalan que anticipar el concepto de muerte es positivo para el discente y para tener un buen duelo si se diera la situación, y de esta manera prevenir el duelo patológico.

Por lo tanto, cómo proponen Ramos-Pla, et al. (2018) y Colomo (2016), el programa de intervención estará formado por talleres, cuentos, cortometrajes y actividades lúdicas y dinámicas que acompañaran al discente durante la normalización del concepto de la muerte. Dichos autores destacan diversos recursos que han ayudado a realizar la confección de este programa que se podrá observar en los siguientes apartados.

(33)

3.2. Características del alumnado entre 9 y 12 años

La figura del discente y sus respectivas características son aspectos fundamentales que se han tenido en cuenta a la hora de diseñar el programa.

Dichas características se centrarán en el desarrollo cognitivo, emocional y social del discente. Según, Thompson y Stassen (1997) “el desarrollo cognitivo permite a los niños centrar su pensamiento, de una forma intuitiva y más analítica”. Sin embargo, ambas autoras también destacan que “el desarrollo social y emocional tiene lugar en un contexto más elaborado… dónde existe una comprensión social más profunda”.

Debido a que la propuesta didáctica está enfocada al alumnado entre 9 y 12 años, a continuación, se destacaran las características más relevantes en esta franja de edad según Thompson y Stassen (1997):

o Relacionadas con el desarrollo cognitivo:

o Los alumnos de esta edad cuentan con el pensamiento operacional concreto.

o Establecen un proceso de razonamiento al haber comprendido el

“mecanismo de juego”.

o Formulan hipótesis a través de la lógica y la coherencia.

o Capacidad para desarrollar y utilizar la atención selectiva.

o Desarrollan estrategias de almacenamiento y de recuperación para recordar lo aprendido con anterioridad.

o Relacionadas con el desarrollo social y emocional:

o Mayor grado de autonomía y independencia.

o Personalidad más consistente, fuerte y individualizada.

o Desarrollo de la cognición social ante el resto de los individuos que forman la comunidad o sociedad en la que viven.

o Comprensión de la propia conducta.

o Asocian emociones a causas de su persona interior.

o Mayor grado de empatía y sensibilidad con el resto de los compañeros.

o Desarrollo de la conducta prosocial.

o Mayor importancia a los lazos de amistad.

(34)

Una vez se han recogido las características más relevantes, en el siguiente apartado se puede observar el proceso de diseño y planificación de la propuesta didáctica que se enfoca a esta franja de edad.

3.3. Proceso de diseño y planificación

El programa de intervención preventiva que se va a elaborar se clasificará como soporte o ayuda a maestros de EI y EP, aunque esté focalizado en la EP se podrán observar propuestas de actividades para tratar los diversos bloques temáticos. Dicho programa se ha diseñado y planificado con el fin de llevarlo a cabo desde una acción por parte del tutor, ya sea en las sesiones semanales de tutoría o en alguna otra hora. Se pretende acompañar y ayudar a los discentes a comprender el concepto de muerte dentro del ciclo de la vida. Es por ello por lo que se realizará un seguimiento grupal e individual del alumnado.

Además, el hecho de que las sesiones del programa se propongan para las horas de tutoría es que el Decreto 32/2014, de 18 de julio, por el cual se establece en el currículo de la Educación Primaria de las Islas Baleares, señala que el docente debe tener la capacidad de diseñar y crear situaciones de aprendizaje, así como atender las características personales de los discentes y del grupo-clase.

La propuesta del programa puede ser iniciada libremente por el tutor/a cuando crea necesario o cuándo se de el caso de que se tiene que preparar a algún alumno por una futura pérdida, o por una posible pérdida de un compañero/a de clase o familiar. Incluso se puede dar el caso de que el tutor/a vea necesaria la implementación de dicho programa para resolver las dudas y satisfacer las necesidades de su alumnado. Pero, se ha de destacar que dicho programa se ha propuesto para hacer un tratamiento previo del significado de la muerte, es decir, la comprensión del concepto y la finitud humana.

Durante el proceso de diseño y planificación se han tenido en cuenta diversos aspectos y elementos que han ido formando el recorrido e itinerario del programa.

(35)

Tabla 4. Elementos y aspectos relevantes del proceso de diseño y planificación.

Þ Tratar las características y necesidades de los discentes de manera individual y grupal. En las líneas anteriores se mencionaba hacer un seguimiento grupal e individual durante el desarrollo del programa.

Þ Los conocimientos previos del alumnado sobre la temática, para poder favorecer y reforzar el aspecto anterior. Durante el desarrollo de las actividades propuestas se pueden ir haciendo modificaciones y adaptaciones si es necesario.

Þ Las actividades han estado diseñadas desde la metodología grupal y cooperativa, dónde el alumnado debe participar, comunicar, reflexionar y tener un rol activo.

Þ La capacidad del pensamiento crítico y comprensivo se pretende reforzar mediante el programa, a través del conocimiento de la muerte.

Þ El programa fomenta diversas capacidades como la escrita y la oral, dónde se promueven los conocimientos y la concienciación sobre la finitud humana.

Þ El respeto y la sensibilización son conceptos que se han tenido presentes durante la elaboración y planificación, debido a que se quiere respetar a todo el alumnado y sensibilizar a la CE delante del tabú que supone la muerte.

Nota. Explicación sobre los puntos característicos que se han tenido en cuenta a la hora de planificar y diseñar el programa de intervención. Tabla de creación propia (2021).

En el siguiente apartado se puede observar como se organizan y que funciones tienen el equipo directivo, los docentes y el equipo de perdidas de un centro escolar en rasgos generales.

3.3.1. Comisión del equipo directivo, docentes y equipo de perdidas

La necesidad de crear y formar una comisión surge a raíz de implementar y llevar a cabo el programa de intervención en el centro escolar. Los participantes de esta comisión deben estar relacionados y interconectados con el centro escolar, así como tener conocimientos previos sobre el tema que se pretende abarcar: la muerte y el duelo. Además, han de tener la capacidad y los recursos necesarios para interactuar con los discentes afectados y en formación. Todos los miembros que se nombrarán en las próximas líneas y las familias

(36)

de los discentes deben coordinarse y implicarse de forma conjunta para facilitar la planificación de las actividades y acciones, así como el proceso E-A (Sánchez, M. et al., 2019, p. 25).

En primer lugar, se encuentra un miembro del equipo directivo (director, secretario o jefe de estudios), el cuál será el encargado de supervisar las acciones y actividades que se lleven a cabo con el programa de intervención dentro del centro escolar. Dicho miembro también será quién dirige al claustro en caso de una pérdida dentro del centro o de la CE.

Por ello, al ser este miembro el que debe tener más poder ante la CE, debe ser capaz de coordinar las actividades que estén relacionadas tanto con el exterior como el interior del centro. También, debe incluir dentro de la Programación General Anual de centro (PGA) y en los respectivos niveles y ciclos, el programa de intervención para poder abarcar la muerte y el duelo de forma preventiva y interdisciplinar desde el currículo. Como señala Bisquerra (2008, 2016) citado en Sánchez, M. et al. (2019) la EPM debe trabajarse dentro del aula de una forma interdisciplinar y transversal debido a que esta como se ha mencionado anteriormente no se contempla en el currículo.

En segundo lugar, la figura del psicopedagogo que completa la plantilla del centro escolar apoyará y dará pautas y recursos a los discentes y docentes, debido a su formación y entendimiento del tema a tratar. Este miembro decidirá juntamente con los otros miembros de la comisión cuando sería necesaria una intervención más profunda y pudiera haber un posible tratamiento específico desde el conocimiento de un profesional específico y externo al centro.

Por último, los docentes o tutores encargados de ser el referente de sus discentes y de estar en el aula acompañando y guiando el aprendizaje del alumnado, han de tener la capacidad de conectar con el alumnado y sus familias para fomentar una buena comunicación durante el programa y la convivencia. El tutor también debe organizar sesiones con las familias para facilitarles recursos o materiales para tratar el tema en el caso de que sea necesario o simplemente para dar a conocer que realizan en clase.

(37)

A continuación, una vez se han mencionado los aspectos relevantes y se ha comentado la planificación y diseño del programa, se puede observar su desarrollo y cuestiones más relevantes.

3.4. Programa de intervención para el duelo en el segundo ciclo de Educación Primaria. Preparación al duelo (trabajo preventivo)

3.4.1. Comunicación y conocimientos previos

En el libro Las cosas que no me cuentas de los autores Sánchez, M. et al. (2019), se señala que la escuela debe abarcar las necesidades socioemocionales de los discentes a través de los proyectos o propuestas didácticas que se planifiquen o se diseñen, en este caso partimos del concepto de la muerte dónde se tiene que entender la vida y el ciclo de la vida, pero siempre teniendo en cuenta las características e intereses del alumnado.

El tema al cuál nos enfrentamos como se ha mencionado en el marco teórico es un tabú para la sociedad actual. Es por ello, que al abarcarlo dentro de la escuela tendrá que comunicarse a las familias que se pretende hacer y porqué de esta manera.

El hecho de reunir a las familias y explicar en que consistirá el trabajo preventivo sobre el concepto de la muerte, les introducirá los beneficios sociales y emocionales que les aportará a los discentes.

3.4.2. Objetivos, competencias y contenidos del programa

El programa de intervención recoge una serie de objetivos que pretende conseguir mediante el seguimiento y cumplimiento de las actividades propuestas en el itinerario.

Estos objetivos se han establecido teniendo en cuenta el Decreto 32/2014, de 18 de julio, por el cual se establece en el currículo de la Educación Primaria de las Islas Baleares.

En ambos currículos se establece que los objetivos son los resultados que los discentes deben abordar al finalizar su proceso de E-A.

Por ello, los objetivos que se han confeccionado para el programa son los siguientes:

Þ Comprender la finitud humana desde una perspectiva socioemocional y educativa.

C. 3 y C. 5.

(38)

Þ Fomentar la sensibilización y conocimiento sobre la EPM. C. 2, C. 3 y C. 5.

Þ Crear y facilitar materiales y recursos para tratar la finitud humana y el ciclo de la vida, en harmonía con el currículo. C. 2, C. 3, C. 4 y C. 5.

Þ Reforzar el pensamiento crítico, individual y grupal de los discentes. C. 1, C. 2, C. 3 y C. 4.

Þ Entender los conceptos básicos sobre el ciclo de la vida y en referencia a la muerte.

C. 3 y C. 5.

Þ Expresar las emociones y sentimientos a través de los recursos facilitados por el docente. C. 1, C. 2, C. 3 y C. 5.

Þ Reflexionar sobre las sensaciones propias y conocimientos sobre la muerte. C. 2 y C. 4.

Þ Facilitar la comunicación sobre la pérdida de un ser querido o un objeto importante del discente hacia el grupo-clase. C. 1, C. 2, C. 3, C. 4 y C. 5.

Þ Prevenir el duelo patológico, romper el tabú social sobre la muerte y prevenir el miedo. C. 1, C. 2, C. 3, C. 4 y C. 5.

Þ Fomentar la empatía y el respeto hacia el resto de los compañeros. C. 1, C. 2, C.

3 y C. 5.

Por otro lado, acorde con el currículo de la Educación Primaria de las Islas Baleares se establecen una serie de competencias clave, que son las encargadas de acompañar las actividades para una correcta implementación y que ente ellas se complementan para conseguir los objetivos establecidos. Este programa contribuye a las siguientes competencias:

Þ C. 1: Competencia en comunicación lingüística.

Þ C. 2: Aprender a aprender.

Þ C. 3: Competencias sociales y cívicas.

Þ C. 4: Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.

Þ C. 5: Conciencia y expresiones culturales.

Por último, haciendo referencia a los contenidos que se tratan en la propuesta de intervención didáctica y acorde con el currículo, estos deben tratarse de forma transversal

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